Alrededor de 200 personas denunciaron haber sido estafadas por NOAH, una concesionaria de motos ubicada en Córdoba capital, en Av. Santa Fe 275, frente a la Central de Policía. Algunos de los damnificados son de Villa Carlos Paz, aproximadamente 10 víctimas de estafa, pero también sufrieron este hecho ciudadanos de La Calera, Cosquín, Córdoba capital y de otras partes de la provincia.

NOAH automotores ofrecía planes para viviendas, pero principalmente se dedicada a la venta de motos.

Germán González Avelar (30) es un vecino de la ciudad, víctima de una de las estafas de esta empresa. En diálogo con Carlos Paz Vivo! contó: “Contacté a la empresa vía Facebook. Vi una publicación que decía:’Recibí tu moto en tu casa a los 45 días hábiles luego de la compra, solo con el DNI’. Me hablaron inmediatamente. Dejé el dinero pactado, la entrega pactada, porque supuestamente el resto de la compra se financiaba con el sistema de la empresa”.

Luego, detalló paso a paso su derrotero: ”Me llegué la primera vez, entregué 60 mil pesos, firmé un contrato. La verdad es que yo lo estaba leyendo y no paraban de hablarme los vendedores. Finalmente lo firmé. Me hicieron dos cuotas de 27 mil pesos y las pagué. En total pagué 300 mil pesos.”

Cuando llegó el momento de la entrega de la moto, a los 45 días de efectuado el primer pago, la empresa se negó a realizarla. “Me dijeron que la moto no estaba, que era una moto importada, -nada que ver con lo que habíamos hablado-, y que si yo quería retirar la moto, me tenían que dar otra. Por supuesto les dije que no, que quería esa. De todos modos, para que me dieran otra moto, la condición era que tuviera un crédito prendario del banco Santander Río, dado que ellos decían que yo no cumplía con los requisitos necesarios, lo cual no es verdad”.

Allí es cuando González Avelar comenzó a desconfiar de la empresa. ”Esto me generó mucho enojo porque me querían dar una moto de otro valor, no la que había comprado y encima con cuotas más altas de las que yo ya había pagado, y querían seguir sacándome plata. Por supuesto, les dije que no”. recordó el hombre.

En medio de esta situación, González Avelar exigió le devuelvan su dinero, pero le dijeron “que no era reintegrable”. “Me dijeron que yo firmé un contrato, y que no me devolvían nada. Me quitaron mucha plata”.

Tras darse cuenta que eran muchas las personas que reclamaban su dinero en NOAH, González Avelar creó el grupo Estafados por NOAH, y de ese modo se contactaron las numerosas víctimas de estafa, quienes se manifestaron en el local de Córdoba capital la semana pasada, y luego realizaron las denuncias a la Justicia.

Estafa a trabajadores

La última vez que fui a reclamar a la empresa, vi a una señora que estaba llorando y reclamando lo suyo. “Esta gente embauca a personas muy trabajadoras y humildes. En mi caso soy plomero y trabajo en un local de comida mexicana en Carlos Paz también los fines de semana. Tengo tres trabajos y la verdad con eso sustento a mi familia: mis dos hijos y esposa. Esto para nosotros es terrible. Salí muy triste y bajoneado del lugar la última vez que fui y me di cuenta de todo, pero con la convicción de que iba a hacer la denuncia a la Justicia”, relató González.

Inmediatamente publicó en Facebook su situación e invitó a otros engañados a ponerse en contacto con él para hacerle frente a la empresa de forma conjunta, y exigir el dinero que les habían sacado. Tras el posteo, se comunicaron cientos de personas que habían pasado por la misma experiencia.

Otro estafado de Carlos Paz

Gonzalo Agustín Oliva (22 años), también de Carlos Paz, fue otro de los estafados por NOAH. “Yo caí por el anuncio que la empresa hacía en Facebook. Decían que a los 45 días, te entregaban la moto que pedías, financiada en cuotas fijas y sin interés. Firmé contrato y pagaba cuotas fijas de 22 mil pesos”, comentó a Carlos Paz Vivo!

Luego, describió el momento en que debían entregarle la moto que compró y le explicaron que no podían hacerlo: “Yo preguntaba todos los meses que iba a pagar si me iban a entregar la moto y me decían que sí. Me dijeron que me la iban a llevar a mi casa. En un momento, cuando ya debía efectuarse la entrega de la moto, fui con mi vieja a hablar a la empresa y los grabé porque sospechaba la estafa. Ahí me dijeron que lo que yo había comprado aumentó de precio y que  la moto que antes, de contado salía 800 mil pesos, ahora salía  1 millón de pesos. Las cuotas se iban más altas. Las cuotas eran de 70 mil pesos para que pudieran entregarme más adelante el vehículo, que para mí era imposible pagar”.

Después de esa conversación, Oliva pidió una moto más chica por los 250 mil pesos que ya había entregado en NOAH. “Ahí me dijeron: ‘te podemos dar una Gillera’, pero las cuotas también eran imposibles de pagar y la moto al final, se iba a 600 mil pesos en total. Por lo que les dije que no”.

Finalmente el joven se encontró con el grupo de los estafados por NOAH y realizó la denuncia a la Justicia.

“Durante estos días donde todos los estafados denunciamos, buscamos la información de la empresa, sabemos quiénes son y cómo operan. Sabemos que tienen dos locales más, uno en provincia de Chaco y otro en Cosquín, acá en Punilla. Así que están estafando en todos lados”, concluyó Oliva.

Las denuncias y el allanamiento de la empresa

Tanto Oliva como González Avelar realizaron las denuncias por estafa a la Justicia. “Mi denuncia a NOAH la realicé en la Unidad Judicial de Delitos Económicos de Córdoba capital, por la suma de 299 mil pesos”.

Y continuó: “El miércoles que fui a hacer la denuncia, otras 15 personas la realizaban también. Además se hizo la protesta al frente de la Agencia de NOAH en Córdoba”.

González Avelar reclamó que cuando se manifestaron en la agencia, los empleados del lugar los insultaron y los trataron mal. “Fue maltrato lo vivido, pero después de ese día de manifestación, allanaron la sede de la empresa en Córdoba, el pasado jueves y se llevaron todo. Sentimos que la Justicia nos escuchó”, manifestó el hombre.

Por último, González Avelar dijo que los dueños de la empresa se comunicaron con él para tratar de arreglar la situación en forma privada, pero que él se negó porque la estafa es a más de 200 personas trabajadoras.

“Como no quise arreglar con ellos en forma particular, se enojaron y no solo no me devolvieron el dinero, a mí ni a nadie, sino que me amenazaron por teléfono y aseguraron que le iban a hacer daño a mi familia”, reveló el hombre y destacó: “Nosotros ya tenemos  un abogado que nos representa y no vamos a bajar los brazos hasta que nos devuelvan a todos el dinero que nos robaron”.