El medicamento aún no está aprobado por la ANMAT ni avalado por la OMS. Especialistas y sociedades científicas argumentaron que los estudios disponibles son aún insuficientes.

Según el sitio Chequeado, el pasado 17 de junio, la revista científica E. Clinical Medicine publicó un estudio sobre el efecto antiviral de la ivermectina en dosis altas en adultos con COVID-19. Y señaló que el medicamento “reduce la carga viral en secreciones respiratorias, pero que aún se necesitan otros ensayos para determinar la utilidad clínica de la ivermectina  en COVID-19”.

El trabajo estuvo a cargo de equipos de científicos del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Salta (IIET, UNSa), el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (Civetan, Conicet-Uncpba-Cicpba), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Unidad de Virología y Epidemiología Molecular del Hospital “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” y fue financiado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) y el Laboratorio Elea Phoenix SA.

La investigación, indicó que se identificó “una actividad antiviral dependiente de la concentración de la ivermectina  oral en dosis altas en un régimen de dosificación que fue bien tolerado”. Sin embargo, aún se necesitan otros ensayos clínicos para demostrar la eficacia del medicamento contra la COVID-19.

Especialistas y sociedades científicas argumentaron que los estudios disponibles son aún insuficientes para determinar si la ivermectina es útil para prevenir o tratar el coronavirus.

El medicamento no se encuentra  aprobado  por la ANMAT para el coronavirus ni está avalado por la OMS.

Qué es la ivermectina

La ivermectina es una droga antiparasitaria de amplio uso en medicina humana y veterinaria. Se utiliza en el mercado legal hace más de 40 años, con dosis definidas para conservar un patrón de tolerancia y seguridad para indicaciones conocidas.

Su disponibilidad y precio accesible le dieron un nuevo protagonismo durante la pandemia, sobre todo tras la publicación de estudios in vitro, que indicaron que la ivermectina era un potencial inhibidor de la replicación viral del SARS-CoV-2.

Aunque se vienen realizando estudios en el país y en otras partes del mundo, hasta el momento no hay estudios concluyentes que demuestren su eficacia clínica en el tratamiento de pacientes con coronavirus.

De qué trata la investigación

El estudio “Efecto antiviral de la ivermectina en dosis altas en adultos con COVID-19: un ensayo aleatorizado de prueba de concepto”, fue realizado en 45 pacientes con enfermedad leve a moderada.

El resultado que arrojó, fue que la administración de ivermectina “a dosis de 0,6 miligramos por kilo de peso (el triple de lo usado habitualmente) produce la eliminación más rápida y profunda del virus cuando se inicia el tratamiento en etapas tempranas de la infección (hasta 5 días desde el inicio de síntomas)”.

La misma investigación, determinó que si bien se identificó una actividad antiviral dependiente de la concentración de la ivermectina oral en dosis altas, “se necesitan grandes ensayos con criterios de valoración clínicos para determinar la utilidad clínica de ivermectina en COVID-19”.

En nuestro país, la ANMAT “lo aprobó como antiparasitario de amplio espectro”, pero no realizó ninguna recomendación respecto del uso de la ivermectina para COVID-19 porque la “evidencia aún no es contundente y el número de casos en que se ha probado es muy reducido”, señaló Claudio Ucchino, director general del Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal.

“No hemos dado una recomendación para el uso de la ivermectina, pero estamos siguiendo con atención las investigaciones que se están realizando”, expresó María Von Kerkhove, jefa de la Célula Técnica Anticovid de la OMS.

El infectólogo y farmacólogo Waldo Belloso del Hospital Italiano de Buenos Aires explicó que el estudio argentino  no tiene que ser interpretado como una evidencia a favor del uso de la ivermectina.

“Son datos preliminares, que impactan en la carga viral, incluso el estudio dice que no hay diferencia en la evolución clínica de los pacientes. Estamos a la espera de que se publiquen los resultados de los ensayos clínicos que todavía no están disponibles”, indicó.

Jorge Geffner, doctor en Bioquímica e investigador del Conicet, señaló a Chequeado que “no hay evidencia científica para tomarlo como tratamiento”. Y agregó que hay trabajos que apuntan a que “sí funciona y otros tantos a que no. Hay muchos trabajos con evidencias contradictorias”.

En mayo último, un informe de la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, concluyó que no existe información suficiente para evaluar un efecto diferencial de ivermectina en el subgrupo de pacientes con enfermedad leve o en aquellos que son tratados precozmente.

Entre las indicaciones dice que las “guías de práctica clínica basadas en evidencia recomiendan NO utilizar ivermectina como medida preventiva o  como tratamiento en pacientes con COVID-19”.

A pesar de esto, hay algunas provincias argentinas como La Pampa, Misiones, Corrientes y Tucuman que avalan su uso.

Por otra parte, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) informó que se necesitan más estudios “con mayor número de individuos para determinar este parámetro y otros asociados a eficacia clínica y seguridad”.

La organización subrayó que la droga “no es inocua” y que en dosis terapéuticas, puede provocar efectos secundarios adversos, “desde leves a graves”.

Fuente Chequeado