Joey Logano salió ileso de un accidente que tranquilamente, de no tener las medidas de seguridad pertinentes, le hubiese costado la vida.

En una nueva fecha del NASCAR estadounidense, disputada en el circuito de Talladega (Alabama), el piloto sufrió un toque en la vuelta 60 de competencia y su máquina perdió la estabilidad para luego volar sobre el asfalto y otros autos.

“Supongo que no sé exactamente qué pensar. Es una consecuencia de esta competencia. Por un lado, estoy muy orgulloso de conducir un auto que es seguro y de poder pasar por un choque como este y salir y hablar de ello. Estoy feliz de estar vivo. Por otro lado, me pregunto cuándo vamos a parar, porque es peligroso hacer lo que estamos haciendo. Tengo una barra antivuelco en la cabeza. Eso no esta bien”, reflexionó Logano luego del accidente.