Celebración del Inti Raymi, en EPAR, junto a algunas personas que forman parte de la institución.

El establecimiento privado de asistencia y rehabilitación para personas jóvenes y adultas con discapacidad intelectual EPAR Villa Bustos, Córdoba,  actualmente se encuentra en una difícil situación económica que amenaza con cerrar sus puertas. Si esto sucede, la institución que funciona como “Hogar con Centro de Día” y “Centro de Día Ambulatorio”, deberá dejar de prestar servicios vitales para la comunidad. Lo más alarmante, es que no existen otras organizaciones que puedan asumir  todo el trabajo que se lleva a cabo con las personas que viven en el lugar, o acuden allí, día a día.

En diálogo con Carlos Paz Vivo! la Lic. Carmen Serrano, una de las gerentes de EPAR, habló de lo que significa la institución en Punilla y la provincia, su historia y de los motivos por los cuales hoy, la organización fundada por su padre, el Dr. César Augusto Serrano, está en riesgo de desaparecer,  (al igual que las instituciones del país dedicadas a la discapacidad), con las graves implicancias sociales que esto traería aparejado.

Derechos humanos 

En EPAR viven 130 personas, todos los días del año. A eso se le agregan 40 personas más que asisten al centro de Día Ambulatorio, de lunes a viernes.  Para brindar los servicios de la institución, trabajan 150 personas.

En la actualidad, hay residentes que ingresaron a EPAR en 1982. Hace 39 años que la organización es esencial en la vida de cientos de familias de la región de Punilla y otros lugares.

Sin embargo, el problema no es solo de EPAR, sino generalizado, ya que afecta a todas las organizaciones del país que con o sin fines de lucro, adhieren a la Ley de discapacidad  29.401.

Los motivos del posible cierre

Entre los motivos centrales de la crisis EPAR, se encuentran  la falta de adecuación de aranceles para la prestación de los servicios a las personas con discapacidad que no alcanzan para cubrir los costos de la institución, los incrementos de sueldos del personal y el aumento mensual de costos de insumos y servicios.

Sumado a esto, durante la pandemia, se requirió tomar más personal, cubrir guardias extras, reacondicionar infraestructura edilicia (disponer de nuevas habitaciones, salas de aislamiento, colocación de puertas, ventanas, insumos, etc. Además, se produjo un aumento de gastos de elementos de bioseguridad, productos de limpieza, entre otros.

El difícil panorama se agrava con la falta de pagos pendientes, a la institución y con las demoras en efectivizarse los pagos. Otro factor agravante es la falta de autorización de nuevos ingresos de personas  por parte de las obras sociales, lo cual deja sin prestación a quienes lo necesitan, provocando vacantes ociosas.

Una historia para destacar

En conversación con nuestro medio, la Lic. Carmen Serrano, Gerente de EPAR Villa Bustos, manifestó: “ EPAR fue fundada por mi padre, el Dr. César Augusto Serrano, quien fue director del Hospital Domingo Funes durante 17 años. Fue quien transformó ese hospital de monovalente a polivalente. La institución pasó de tratar a personas solo con problemas pulmonares, a ser una institución provincial que atiende con distintas especialidades. Cuando él se retira de esta actividad pública, comienza con esta actividad privada: con un geriátrico y con un psiquiátrico. Luego el psiquiátrico pasó a atender discapacidad”.

Y añadió: “Muchas personas que ingresaron cuando mi papá creó el lugar, quedaron en el área de psiquiatría, porque los familiares no los podían retirar y siguieron viviendo en la institución, dado que ya estaban arraigados a ésta. Es el hogar de muchas personas”.

La lucha de la gerenta de la institución por sostenerla, es firme: “Vamos a hacer todo lo imposible y más para sostener el EPAR, no queremos cerrar las puertas.  Lo más importante son todas las personas que están internadas en el lugar, que son muchas y requieran cuidados muy específicos y delicados para cada uno.  Pero la realidad es que lo que ingresa de dinero, lisa y llanamente, no cubre los costos “.

Asimismo, señaló que el EPAR está dentro de la categoría más alta en lo que concierne a las instituciones que trabajan con personas con discapacidades (teniendo en cuenta el aspecto edilicio y las prestaciones de servicios y horas de personal).  “Esto implica mayores gastos que hoy en día no se pueden cubrir, estamos en pérdida y nadie puede continuar con un servicio donde lo que ingresa, sirve para cubrir lo que se gasta. Se ve afectada la calidad de la prestación y nosotros no queremos bajarla, porque se trata de personas que hay que darles lo mejor en todo sentido. Por eso necesitamos visibilizar la situación y a nivel nacional, no nos escuchan”.

Luego sostuvo: “ Creo no entienden nuestras necesidades o no nos tienen en cuenta, y nos llama la atención porque es un Gobierno que habla de derechos humanos, pero la discapacidad está completamente relegada. Es un sector que no es tenido en cuenta ahora”.

Por otro lado, serían muchas las familias que quedarían sin trabajo, si EPAR cierra sus puertas. “Cuando mi padre , el fundador de EPAR fallece, deja la institución en manos de sus hijos, Julio y yo, que somos son socios gerentes. Realmente hemos recibido un legado que queremos cuidar y hacer crecer como lo hemos venido haciendo todo este tiempo. Pero si esto sigue así, no vamos a poder continuar. No sabemos cuál es el fin de esto. Esperemos que solo sea un mal manejo de la situación y podamos volver a seguir adelante por todos los que dependen de EPAR”.

Bajos aranceles, altos costos y nula asistencia al sector

Las prestaciones que EPAR brinda están tuteladas por la Ley 29.401, que es la que crea el Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral  a favor de las personas con discapacidad. Esta ley establece las prestaciones que por derecho, tienen que gozar dichas personas, al mismo tiempo que determina  los requisitos de cómo deben ser brindadas esas prestaciones. Además,  expresa que se pagará a las instituciones que las brindan, determinados aranceles a través del decreto 1193/98, que rigen a nivel nacional, creados por el Directorio Único de este sistema.

A dichos aranceles se adhirieron las obras sociales sindicales, que es una de las partes que financia el sistema; el PAMI , que afronta con presupuesto propio; y otros programas nacionales como El Club de Salud a través de la Agencia Nacional de Discapacidad, la cual mediante el Tesoro nacional, abona los aranceles establecidos por dicha ley.

Otra fuente de financiamiento  de la Ley de discapacidad son las obras sociales provinciales como Apross, que se ha adherido a la ley pero no a los aranceles. En tal sentido,” los aranceles que abona Apross están alrededor del 80% del valor nacional, es decir que pagan un 20% menos que lo que se paga por los mismos en todo el país”, aseguraron desde la Administración del EPAR de Villa Bustos.

En relación al problema económico que hoy atraviesa la institución, expresaron desde dicha área: “No es un problema exclusivo del EPAR. Es una crisis generalizada de todas las instituciones que brindan estos servicios con o sin fines de lucro, establecidos por ley. La actualización de los aranceles en los últimos años, no ha ido de la mano con las variaciones que se han producido en los convenios colectivos de trabajo y con los índices de la inflación del país“.

Desde el 2015 a la fecha, los aumentos anuales en los aranceles se quedaron sin efecto. En diciembre de 2020 se otorgó solo un 10% de aumento, fue el único del año.

Actualmente, la situación de todas las instituciones que trabajan con personas con discapacidad es grave, dado que el valor que se abona para poder brindar las prestaciones, no alcanza para cubrir los costos que las organizaciones tienen que afrontar para poder brindar los servicios a las personas con discapacidad que, por derecho, les corresponde.

La única solución posible

Respecto a la solución para EPAR y las instituciones que trabajan con discapacidad del país, “la única salida es que se realice en forma urgente la actualización de los aranceles y que el aumento de los mismos, año a año, se produzca de una forma más automática y no como resultado de la resolución de reuniones con distintas idas y vueltas”, sostuvieron desde el área de Administración de Epar.