Como cada 14 de septiembre, este martes se celebra el Día del Cartero y, sin duda alguna, Ramón Amaya es uno de los trabajadores más representativos de esta profesión en Villa Carlos Paz.

Ramón abraza este oficio desde hace 34 años, y no sólo sigue él en esta tarea; sino que también contagió a dos de sus hijos, que desde hace varios años decidieron seguir los pasos de su padre.

Ramón junto a sus dos hijos carteros.

Algunos románticos adeptos a la carta de puño y letra lo habrán tenido incluso como “mensajero del amor”. Lo cierto es que hoy, de eso sólo queda la nostalgia de haberlo vivido. Las cartas de amor con aroma a perfume quedaron atrás con el desarrollo tecnológico.

Y si bien por su trabajo ahora no entrega más que cartas documentos, telegramas, tarjetas bancarias, entre otros “papeles” y paquetes con productos que venden en tiendas virtuales; al menos los destinatarios reciben la alegría y el espíritu de buena gente que Ramón le imprime a cada una de sus entregas.

Este martes, el querido “cartero de Carlos Paz” hizo una parada técnica y, en dialogo con Carlos Paz Vivo!, repasó con anécdotas e historias parte de sus 34 años en el oficio.

“Si me dieran a elegir, volvería a ser cartero”, dijo Ramón. Mirá: