Intendencia 2019. El candidato a la intendencia por Carlos Paz Despierta, Emilio Iosa, reunió a legisladores provinciales y concejales locales con quienes participó de una recorrida en barco por el lago San Roque.

Este miércoles, la comitiva recorrió los lugares donde es más notoria la contaminación del embalse con cianobacterias, como se denomina al tipo de algas que le quita el oxígeno al embalse.

“Son legisladores provinciales y concelajes locales que se han sumado a un pedido del ministro de Salud y el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos en respaldo al documento Alerta San Roque que presentamos con Eduardo Benavidez”, expresó Iosa que añadió: “Básicamente estamos impulsando un Acuerdo San Roque multipartidario al que se han sumado Diego Mestre, Brenda Austin, Gabriela Estevez, Pablo Carro, Adolfo Somosa”.

El excoordinador de Políticas Saludables aseguró que es positivo que el tema trascienda los partidos políticos y las ideologías. “Todos los candidatos a intendente de la ciudad, todos los candidatos a gobernador y los candidatos a presidente deberían tener el tema del lago San Roque como prioridad porque es el recurso hídrico más importante de la provincia desde el punto de vista sanitario, ambiental y económico”, expresó y consideró un logro que el tema esté dentro de la agenda pública de los políticos.

La pelea Muni vs. Coopi

Por otro lado, Iosa se refirió al cruce de acusaciones entre el municipio y la Cooperativa Integral en torno al afloramiento de algas en el lago y a la presunta responsabilidad de la prestataria de cloacas en esta situación.

“La provincia es la gran responsable de la contaminación del lago San Roque: eligió un modelo de desarrollo en el hormigón y no en el agua”, dijo Iosa y añadió: “Ahora sale a buscar fondos para el saneamiento pero en marzo inaugura un puente que cuesta 3 mil millones de pesos”.

Y agregó: “Pretender atribuirle una responsabilidad a una prestataria que solamente hace el tratamiento de efluentes sobre el 30 por ciento de la población de Carlos Paz y menos del 10 por ciento de la población de la cuenca, es un absurdo político y en términos científicos ya que se parte de una idea maliciosa se elige un perejil para responsabilizarlo de la contaminación del lago mientras hubo un gobierno que estuvo mirando para otro lado”.