Un huracán que podría tener la mayor fuerza que se haya visto en los últimos 30 años apunta hacia los estado de Carolina del Norte y Carolina del Sur en los Estados Unidos y todos los sistemas de emergencia se encuentran en alerta máxima.

Con órdenes de evacuación obligatoria ya en vigor en parte de tres estados de la Costa Este, millones de estadounidenses se preparaban para la llegada del que podría ser uno de los huracanes más catastróficos que golpea la región en décadas.

Con vientos de hasta 220 kilómetros por hora (140 millas por hora) y convertido en una tormenta de categoría 4, se espera que el huracán Florence alcance la categoría 5 el martes. Según la previsión se acercará a las costas el jueves, azotando una parte de la costa vulnerable al aumento del nivel del mar debido al cambio climático.

“Por favor estén preparados, tengan cuidado y estén SEGUROS!”, dijo el presidente, Donald Trump, en un tuit el lunes en la noche.

El gobernador de Carolina del Sur ordenó que toda la costa del estado sea desalojada a partir del mediodía del martes y se espera que un millón de personas abandone la zona. El gobernador de Virginia, por su parte, ordenó la evacuación obligatoria de algunos residentes en zonas costeras bajas, la misma medida decretada para condados costeros de Carolina del Norte.

Los primeros efectos de la tormenta ya se sentían en algunas islas, donde peligrosas corrientes azotaban las playas y el mar inundó una carretera estatal.