El rapero Pablo Hásel se convertirá en el primer artista en ir a prisión en España en democracia por criticar a la monarquía y denunciar actos de violencia de las fuerzas de seguridad a través de sus canciones y Twitter, salvo un giro de último momento en pleno escándalo por las revelaciones de corrupción del rey Juan Carlos de Borbón.

Por escribir en Twitter cosas como “el mafioso del Borbón de fiesta con la monarquía saudí, entre quienes financian el ISIS queda todo”, “La policía siembra racismo y recoge rabia ¿A quien le sorprende?” o “Ningún Guardia Civil pagó por los 16 inmigrantes asesinados a balazos de goma”, Hásel acumula más de cuatro años de pena sumando cárcel y multa.

“Lo único que puede evitar mi ingreso a prisión es que haya mucha solidaridad porque las sentencias ya son firmes”, explicó el rapero en entrevista con Telam en Lérida (provincia catalana en el nordeste español), su ciudad natal en la que pasa los que pueden ser sus últimos días u horas en libertad.

Hásel, de 31 años, es uno de los 15 artistas españoles que en los últimos años fueron víctimas de censura en España, donde el anterior Gobierno conservador de Mariano Rajoy endureció las leyes y avaló una aplicación dura del Código Penal para intimidar a la disidencia política en un contexto de creciente malestar social.

Otro rapero español conocido con el nombre artístico de Valtonyc se fugó hace dos años a Bélgica cuando el Tribunal Supremo español hizo firme una condena similar de tres años y medio de cárcel en su contra, y la Justicia belga hasta el momento rechaza extraditarlo.

Pero Hásel decidió que no huirá de la Justicia y tampoco se entregará: “Creo que el estado español pagará un precio más alto si me encarcela que si me exilio”, dice.