El personal de Seguridad VCP tuvo que apelar a la ayuda de efectivos de la Policía para la clausura de una fiesta clandestina que se desarrolló esta madrugada en una casa de barrio Costa Azul, sobre avenida Bach al 400.

“Había más de 500 personas en el lugar y tuvimos que pedir la asistencia de la Policía por que se negaban a terminar con la fiesta”, expresó Rubén García, director de Seguridad VCP.

Los reclamos de los vecinos por los ruidos molestos fueron insistentes durante la madrugada.

Las fiestas clandestinas están prohibidas en la ciudad y hay multas severas para los organizadores y los propietarios de las viviendas.