La marca alemana de automóviles diseñó una silla de ruedas para un perrito discapacitado, con logo incluido en el arnés

La vida de Bunny estuvo marcada por la tragedia y como tantos otros, signado por la falta de amor y cuidado que lamentablemente muchos animales sufren. Por suerte para él, la vida le dio otra oportunidad y la pudo aprovechar feliz.

Bunny, es un perro mexicano que fue atropellado, a consecuencia de esto quedó sin sus dos patas traseras. 

Tras el accidente, su familia se desentendió de su cuidado y el can quedó en una situación precaria, sin nadie que le ayudase y sin expectativas de volver a ser autónomo.

Pero su destino dio un giro inesperado cuando apareció una protectora estadounidense.

Esta organización rescató a Bunny y llevó a cabo todo lo posible para que pueda volver a caminar.  Lo increíble es que lo consiguió con la ayuda de la prestigiosa marca  Mercedes-Benz.

 

Bunny recibiendo una segunda oportunidad para mejorar su calidad de vida

La marca alemana de automóviles optó por diseñar una silla de ruedas para Bunny, con el logo incluido en el arnés que lo sostiene por el pecho. 

En la parte trasera, colocaron una especie de matrícula en la que se puede leer “Bunnys Benz”, para que siempre sea reconocible mientras pasea.

El momento en el que le entregaron la silla de ruedas fue tan  emotivo como esperanzador. Los trabajadores de una concesionaria recibieron al perro, el cual entra lo más rápido que puede, propulsándose con sus dos patas delanteras, mientras todos los presentes lo aplauden efusivamente.

El perro se muestra muy a gusto y cómodo con esta silla de ruedas, a juzgar por las imágenes que se han visto en redes sociales. El sistema se adapta a la perfección al can, quien no para de correr por los pasillos de la concesionaria de la marca alemana.

Bunny también se maneja a la perfección por las calles. Ahora, acompañado de su nueva dueña, se lo puede ver como pasea cómodo y confiado, a una velocidad y con una desenvoltura que hace unos meses, tras ser atropellado por el automóvil, no hubiese imaginado.

 

Fuente y foto: La Vanguardia