El joven asesinado en México recibió un sentido homenaje por la comunidad que se conforma en torno a El Tala, el club de rugby en el que jugó hasta que decidió viajar. Este lunes, su familia, sus amigos y sus referentes en el club lo recordaron como un pibe que siempre quiso seguir adelante con sus sueños.

Marcos, su hermano, afirmó que el mejor homenaje que se le podía hacer era en su club, donde fue feliz. “Creemos que él estaría contento con este homenaje”, dijo.

En cuanto al proceso de la donación de órganos, apuntó: “Cuando llegamos, nos enteramos que tenía muerte cerebral y lo hablamos y coincidimos que lo habíamos hablado en familia. Nos pareció que era un gesto importante de él para tener una trascendencia. Lo propusimos y nos encontramos con algunas trabas de un país que no está acostumbrado”.

Marcos y dos amigos fueron atacados el 12 de mayo pasado en un restaurante de Villa de Tututepec, en la costa del Pacífico.