La noticia conmocionó al mundo del espectáculo: René Bertrand, actor, director y productor teatral, falleció a los 53 años, dejando tras de sí una profunda huella en la escena artística nacional.
Su partida se produce luego de atravesar una dura enfermedad que afectó seriamente sus huesos y lo llevó a una cirugía de la cual no logró recuperarse.
Bertrand era un hombre de teatro por herencia y por elección.
Hijo del recordado actor César Bertrand y de la querida actriz María Rosa Fugazot, formaba parte de una estirpe artística que marcó generaciones.
Su madre confirmó públicamente el fallecimiento y reveló, con emoción, uno de los deseos más íntimos de su hijo: que sus cenizas fueran esparcidas en tres lugares muy significativos para él —la cancha de Racing Club, la Asociación Argentina de Actores y Villa Carlos Paz.
No es casual que eligiera esta ciudad serrana como uno de sus destinos eternos.
René tuvo una relación muy especial con Villa Carlos Paz, donde no solo realizó numerosas temporadas teatrales, sino que además construyó vínculos personales profundos donde supo ser protagonista en la cartelera durante varios veranos.
La peor noticia
Su madre, la reconocida actriz María Rosa Fugazot, fue quien confirmó públicamente la triste noticia con un mensaje cargado de emoción y gratitud.
“Él amaba Córdoba y amaba a Carlos Paz. Recién me acordaba porque cuando hablábamos del tema me decía que imaginaba que tras su muerte, le hubiera gustado esparcir sus cenizas un poco en Carlos Paz, un poco en la cancha de Racing y otro poco en Actores. Gracias a Córdoba y a los de Carlos Paz que lo llenaron de amor siempre”, expresó en un mensaje de audio que se difundió entre la prensa.
Su ultimo aplauso en Carlos Paz
Su última temporada en esta ciudad fue durante el verano pasado, cuando produjo y actuó en la comedia “P.O.C.O”, acompañado por Paula Volpe, Beto César, Belén Giménez —su esposa—.
A pesar de que la obra finalizó sus funciones el 1 de febrero, nada se dijo en ese momento que Bertrand ya conocía el diagnóstico de su enfermedad, aunque sólo lo compartía con su círculo íntimo.
René se destacó no solo como actor, sino también como productor y director. Apostó siempre al teatro de enredos, al vodeville.
Recibió en varias oportunidades el premio Carlos y se comprometió profundamente con la comunidad teatral nacional, dando trabajo a colegas y generando proyectos con impronta propia.
En Villa Carlos Paz no solo cosechó premios y elogios, también forjó su familia. Aunque conoció a su compañera de vida, la actriz Belén Giménez, durante una temporada en Mar del Plata, supieron que serían padres de su último bebé en plena estadía en las sierras. Juntos tuvieron dos hijos: Sofía y Franco.
Los empresarios teatrales, sus colegas y amigos en Córdoba lo recordaron como un hombre cálido, frontal y generoso. A lo largo de los años pasó por diversos escenarios como el Teatro del Sol, el Candilejas o el Zorba, consolidándose como una figura clave en la historia reciente del teatro veraniego de Carlos Paz.
Cumplir su voluntad de que un puñado de sus cenizas repose en esa ciudad no es solo un gesto simbólico, sino también una forma de sellar para siempre su vínculo con un lugar que lo acogió, lo aplaudió y lo amó.
Foto: Luis Varela para la revista Pronto.