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Un grupo de trabajadores de turismo, acusaron a la Asociación de Guías Profesionales de Turismo (AGUIP) de impedir el trabajo de algunas personas que se desenvuelven como guías. Apuntan a que las autoridades de esa entidad: “digitan quién trabaja y quien no en la ciudad”.

Por otro lado, desde la comisión defendieron que no tienen el poder de Policía para impedir el trabajo de la gente; a la vez que solicitan al Municipio mayor regulación de la actividad.

La denuncia

José Rizzo desde hace 10 años se desempeña como guía turístico en Villa Carlos Paz. Aunque sin estudios terciarios, se considera un guía idóneo; pero denuncia que no es reconocido por la AGUIP, y sostiene que ello le trae inconvenientes a la hora de desarrollar su actividad.

“El problema fundamental es que hace un par de años atrás armaron esta asociación para agrupar y regular a la gente que trabaja como guía en Carlos Paz. Pero ellos focalizaron en la gente que es recibida de la escuela de Turismo; y hay un montón de gente, como mi caso, que trabajamos como guías idóneos desde hace muchos años. Ellos están tratando de coartarnos la libertad de trabajar. Hace 10 años que trabajo de esto, y de repente nos empezamos a encontrar con trabas”, contó José.

Y puntualizó: “Hace dos semanas fui a solicitar el permiso en Transporte para que el colectivo pueda salir a hacer las excursiones, y me pidieron la credencial de guía emitido por la asociación, cuando no hay ninguna ordenanza que lo exija. Fui a hablar con la gente de Transporte, y es ahí donde me enteré que ellos a modo de favor, por decirlo de alguna forma, piden el carnet, pero que no es requisito obligatorio el no tenerlo para no dar un permiso.  Ahí es donde me entero que la AGUIP no tiene el poder de Policía, pero que de alguna forma trató de hacerlo”.

A su vez, Rizzo apuntó directamente contra la presidenta de la institución, Elizabeth Bocca, con quien dijo haber mantenido una conversación y mostrarse abierta al diálogo; “pero de repente me dejó de contestar el teléfono y salió a decir en una nota que nosotros somos gente que nos subimos arriba del colectivo a contar tres chistes, y no es así”.

En este sentido, el hombre solicitó: “Pedimos a la asociación que abra el padrón de guías idóneos, que nos reconozcan como tales y que nos dejen seguir trabajando como lo hacíamos desde antes de que se cree la asociación. Nos quieren coartar el trabajo y no estamos de acuerdo, porque nosotros vivimos de esto. De repente, encontrarte en una situación donde a los casi 40 años no te dejen laburar, es difícil”.

Finalmente señaló: “Yo voy por todo, si tengo que ir a un abogado, lo haré. Pero quiero que de una vez por todas se termine de regular, aunque me pueda perjudicar, y dejen de digitar con el dedo quien trabaja y quién no”.

Desde la AGUIP

La presidenta de la institución, Elizabeth Bocca, manifestó que este tipo de problemas se plantea frecuentemente, y más en estos meses del año donde comienza a llegar el turismo estudiantil.

Respondiendo a las acusaciones, Bocca lanzó: “La idoneidad la da una institución pública, y nosotros no tenemos poder de policía para prohibirle a la gente que trabaje. Lo que nosotros pedimos a estos guías que hace un par de años están arriba de un colectivo haciendo nuestro trabajo, es que se capaciten, se formen y que se inserten al mercado laboral como corresponde, como hicimos todos”.

Por otro lado, desmintió que el denunciante se haya acercado en algún momento con intenciones de sumarse a la asociación. Y aseveró: “Las formas no han sido de las mejores. Yo he recibido insultos, amenazas, agresiones que constan en una denuncia policial. Son dos o tres personas”.

La ordenanza

La presidenta demanda que haya una mayor regulación y respeto de la ordenanza 2064, que es la que regula la actividad del guía de turismo en la ciudad.

“Queremos que se hagan las cosas como corresponde.  No es justo que alguien estudie, invierta tiempo y dinero y esté lejos de su casa  para que cuando se reciba se tenga que ir a trabajar a otro lado porque en la ciudad no hay trabajo, o porque  su trabajo está ocupado por personas que no están capacitadas para eso”, expresó.

Y explicó: “Nosotros tenemos la ordenanza 2064 es la que regula la actividad del guía. En esa ordenanza hay un artículo que habla sobre el reconocimiento de los guías idóneos que se hizo hasta el año 1992, porque se entiende  que a partir de que se creó la Escuela de Turismo donde se forman profesionales, todos debían ser profesionales. El tema es que desde ese momento en adelante no hubo un órgano de control que regulara la actividad y eso ha generado con el paso del tiempo que sigan proliferando guías idóneos entre comillas”.

Finalmente defendió: “Nuestra asociación está legalmente constituida con personaría jurídica, reconocida por ordenanzas, estamos inscriptos en la AFIP y cumplimos legalmente con todo lo que se exige. Entonces, ¿por qué nosotros sí y ellos no? Formamos parte de un cuerpo asesor  dentro de la Secretaria de Turismo y nuestra misión es velar por el cumplimiento de la ordenanza. Queremos dar una imagen de la ciudad como corresponde  y que se respete  la única industria que tiene Carlos Paz que es el turismo”.

 Testimonio de guías

Marcelo Flores es guía de turismo y también pertenece a la comisión de la institución.

“Nosotros no le quitamos el trabajo a nadie, hacemos las cosas formales. Dentro de la informalidad, hay gente que quiere trabajar irregularmente y se defiende con que es su fuente laboral y tienen que mantener a una familia; y todos estamos en la misma, más en la situación que esta el país”, sostuvo.

A lo que Carlos Tallar, uno de los guías idóneos que fue reconocido por la ordenanza, agregó: “Hace 30 años que me dedico a esto, me han reconocido como idóneo y no tuve la necesidad de hacer la carrera, sin embargo la hice porque es la mejor manera de capacitarse y darle lo mejor a la gente. Los que se quejan no son ni guías de turismo ni idóneos, porque tampoco los reconoció nadie como eso. Simplemente son gente que sube a los coches y habla; y no habla bien en términos informativos. En la asociación hemos hechos diez capacitaciones, y a varios que se dicen idóneos no los vi en ninguna de esas capacitaciones; ni siquiera les interesa”.

Por su parte, otro de los guías perteneciente a la AGUIP, Luis Alberto Corrales, contó que: “Hay una gran parte de los miembros de la asociación que están parados a raíz de esto, porque tendríamos la posibilidad de trabajar y no tenemos la cabida justamente porque tenemos esa especie de competencia desleal. Lo que sugiero es que todos aquellos que quieran entrar a trabajar en nuestro ámbito son bienvenidos, pero que se capaciten  como lo hemos hecho nosotros”.

Por último, Luciana Sánchez, guía recibida del Instituto Illia, relató su experiencia: “Cuando finalizamos la carrera se dificulta muchísimo la inserción laboral; muchas veces porque los puestos que pudieron absorber los nuevos profesionales están ocupados por gente que no está al nivel del marco legal o como correspondería. Dentro de mi camada, somos muy pocos lo que tenemos la posibilidad de llevar a cabo la profesión. Se ve mucho en la época de verano cuando la mayoría de los más jóvenes  en lugar de quedarse en la ciudad se deben ir a trabajar al exterior”.

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