Más allá de la importancia que, por la cuestión hídrica, representa el Dique San Roque, este espacio y sus alrededores es uno de los íconos turísticos de la Provincia de Córdoba.

Pero, desde que comenzó el proceso de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, todo cambió y la “vida” que le daba el propio movimiento de turistas que llegaban cada día para disfrutar y apreciar la belleza del lugar desaparecieron. Las calles y veredas quedaron desiertas y los comerciantes sin abrir por la falta de ventas.

 

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Son muy pocos los vehículos que transitan por la ruta E-55, ya que a partir de la inauguración de la Autovía de Montaña, la mayoría de las personas que se trasladan frecuentemente desde las localidades del norte de Punilla hacia La Calera y la ciudad Capital, lo hacen por esa vía.

Luis Bustamante y su esposa, viven en el Dique desde 1962.

Ante esto, el panorama es desolador y así lo contó a Carlos Paz Vivo! Luis Bustamante, vecino que junto a su mujer, desde 1962 vive en una de las pocas casas que allí se ubican.

“Esto vive gracias al turismo. Acá hay muchos negocios y somos muy poquitas las familias que vivimos acá; el resto es toda gente que viene a visitar”, expresó.

Y agregó: “Tengo muchos años de vida acá y creo que con todo lo que pasó, nada va a volver a ser igual; creo que es otra la vida y las formas que vamos a empezar a ver ahora, va a cambiar todo”.

En cuanto al panorama que se avizora, dijo que “causa mucha angustia y dolor ver el Dique así, sin gente. Nuestro mayor deseo es que todo se recupere y pronto lo podamos ver como antes”.

Una situación similar sucede a muy pocos kilómetros. La Plaza Federal, ubicada San Roque, con el monumento que simboliza nada más y nada menos que el centro del país, también vive el mismo panorama.