Guillermina, una pequeña de Marcos Juárez, se hizo famosa por un video donde pedía conocer al prócer, Manuel Belgrano. La enorme repercusión en redes sociales hizo posible un encuentro que emocionó a toda la comunidad.
Lo que comenzó como el tierno e insistente deseo de una nena de tres años y medio se transformó en un conmovedor suceso que traspasó las pantallas.
Guillermina, cuya inocente petición de invitar a Manuel Belgrano a su casa se hizo viral en TikTok, finalmente cumplió su sueño: el prócer argentino llegó a caballo a su ciudad para conocerla y compartir una comida con ella y su familia.
La historia comenzó después de las actividades por el Día de la Bandera en su jardín de infantes. El interés de “Guille” por el creador de la enseña patria creció a tal punto que, en una conversación con su padre, le pidió con total convicción invitarlo a su casa. Aunque su papá le explicó con paciencia que el prócer ya no vivía, la pequeña no abandonó su anhelo.
Esa tierna conversación fue grabada y subida a la plataforma TikTok sin ninguna pretensión más que compartir un momento familiar. Sin embargo, la repercusión fue inmediata y masiva. En tan solo 24 horas, el video superó los dos millones de visualizaciones, acumulando miles de “me gusta” y comentarios de usuarios conmovidos por la inocencia y determinación de la nena.
La magia de las redes sociales y la solidaridad de la gente hicieron el resto. Lo que parecía un sueño imposible se convirtió en una realidad palpable. Este fin de semana, un actor caracterizado como Manuel Belgrano arribó a Marcos Juárez montado en su caballo, listo para conocer a su pequeña admiradora.
En un encuentro cargado de emoción, Guillermina pudo entregarle un regalo que había preparado para él. Luego, cumplió la segunda parte de su deseo: lo invitó a su casa, donde finalmente compartieron una rica comida, cerrando un círculo que comenzó con una simple pregunta en el auto.
El papá de Guillermina, visiblemente emocionado, destacó el rol fundamental de la educación en esta historia. “Quiero resaltar el increíble trabajo de las docentes del jardín, en especial de la ‘seño’ Cinthia, que fue quien despertó en mi hija esta hermosa curiosidad por nuestra historia”, expresó.
Así, la historia de Guillermina y su ilustre invitado se convierte en un cálido recordatorio de cómo la curiosidad infantil, impulsada por una buena enseñanza y amplificada por la comunidad, puede convertir un simple deseo en un recuerdo imborrable.
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