María José Vivas es una artista carlospacense que vive en Finlandia desde hace 11 años. Tras hacer frente al difícil pronóstico de una enfermedad que la había dejado sin poder caminar, hablar y escribir, la esclerosis múltiple, logró vencerla y se embarcó en una nueva aventura de vida en el exterior.
Lejos de amedrentarse por lo que le tocó vivir desde muy joven, esta bibliotecaria, pintora y docente de artes plásticas, se enamoró de Sven, un finlandés que desde el primer momento decidió compartir sus días con ella.
En Finlandia no solo fortaleció su relación de pareja, sino que encontró lo que realmente quería hacer de su vida.
Fue así como María José emprendió el viaje a Finlandia y decidió armar su proyecto personal lejos de sus afectos en Carlos Paz, pero al lado de su compañero, con quien asegura, es muy feliz. “A Argentina solo regreso de vacaciones. Aquí en Finalandia encontré mi lugar en el mundo”, manifestó la artista en diálogo con Carlos Paz Vivo!
Majo, como le dicen sus afectos, da clases de artes plásticas a jóvenes y adultos de distintas partes del mundo. “La verdad es que soy afortunada. Hoy hago lo que me gusta y estoy en contacto con personas de diferentes nacionalidades”, dijo.
“Viví en Carlos Paz 34 años, hasta que me vine a vivir a Finlandia. De Carlos Paz tengo los mejores recuerdos porque me crié allí en la década de los 80, fue súper lindo. Jugábamos afuera con mis amigos en el barrio, con mi familia, en libertad, todo hermoso”, recordó María José.
En Argentina, la mujer comenzó a estudiar distintas carreras que no logró finalizar, no encontraba qué hacer, “qué era lo que quería”, según contó y agregó: “Estudié para ser maestra jardinera, diseño de interiores, profesorado de inglés, pero no terminé nada. Trabajé en diferentes lugares, siempre estuve muy activa, pero no hallaba mi norte”.
Un amor y un nuevo destino
Pasaron los años y conoció a Sven, su compañero de vida y con quien formó una familia en Finlandia. “Cuando lo conocí, tenía planes de vivir en España. Al encontrarme con él, todo cambió. Sven quería volver a vivir a Suecia en ese momento y decidimos finalmente venir a vivir a Finlandia”.
Sobre la decisión de ir mudarse al país nórdico, recordó: “Fue lindo y todo muy rápido. Nos conocimos y al poco tiempo decidimos mudarnos juntos. Hubo mucha conexión desde un primer momento, estamos juntos y el amor crece. Estoy lejos de mi casa, pero mis afectos siempre están en el corazón. La verdad es que me encanta estar acá y lo disfruto mucho”.
María José conoció a Sven Fernández en la Argentina. “A la semana ya estábamos viviendo juntos. Vivimos un año en Córdoba capital, en Carlos Paz, fueron dos años y después nos mudamos a Finlandia. Primero viajó Sven, y a los tres meses viajé yo. Hace ya trece años que estamos juntos. Enseguida nos dimos cuenta que teníamos que estar juntos. Fue un reto, un hermoso aprendizaje que salió muy bien, tenemos una gran historia juntos y seguimos construyendo a la par”.
La vida en Finlandia
En relación a lo que más le gusta de vivir en Finlandia, María José comentó: “Vivir acá te habilita poder viajar. No es que sea mejor o peor que otro lugar, pero te permite eso, es más accesible para eso. Te hace ver las cosas desde otra perspectiva, otras realidades. Entonces nos extraemos de nuestra realidad para poder ver otras cosas, vemos que hay otros mundos y formas de vivir”.
Al respecto, explicó: “Digo esto, porque a través de las redes sociales tenemos acceso a la opinión pública. Leo por ahí que se critica en Argentina la forma de vivir en Europa. Dicen cosas como ‘Se debe estar muriendo de hambre y dejó el país”, o ‘Se van para allá y robar, roban en todo el mundo, en cualquier lugar te puede pasar cosas feas”, entre otras frases que se leen o escuchan mucho. Y la verdad es que si bien pasan cosas en todos lados porque no vivimos en una caja de cristal, no suceden con la frecuencia y el nivel de violencia que pasan en Argentina u otras países de Latinoamérica”.
Luego, profundizó: “Latinoamérica está muy embrutecida en ese sentido. Hoy veo lo que pasa en relación a nuestro país y otros, desde otra óptica. Y me parece que quienes migramos, nos vamos para tener una oportunidad de vida mejor. Es una cuestión muy realista. En mi caso encontré un lugar mejor en cuanto a la tranquilidad con la que se vive, que no se paga con nada. Pienso que decir esto está bueno, porque se dicen demasiadas cosas sin saber y soy una testigo de la realidad de Europa”.
Animarse a migrar
Además, María José destacó que ella alienta a la gente joven, de su edad, o más grandes, a viajar y a vivir en el exterior, en Europa. “Si está la convicción creo que hay que hacerlo. Fácil no va a ser, porque nada es fácil, pero podés salir adelante. La tranquilidad que se tiene en lugares como el que yo vivo, no sé si se logra en otro lado. Conozco mucha gente amiga que puede decir lo mismo que yo. Es lamentable por Argentina, pero es la realidad, nuestra realidad”.
Más allá de esto, la docente admitió extrañar a su familia y a los argentinos en general.“Extraño a los argentinos pero acá la gente acá es muy amable, muy empática. Me siento en casa muchas veces”.
Los primeros pasos y la inserción laboral
María José llegó a Finlandia sin saber el idioma y asegura que al principio le costó mucho comunicarse. “Lo primero que tuve que hacer fue aprender el idioma porque llegué con un inglés paupérrimo. Estudié de lleno el finlandés. Me llevó tiempo y lágrimas, pero valió la pena. Todo te hace crecer y madurar. Descubrí un idioma nuevo que nunca en mi vida pensé que iba a aprender y hoy lo hablo”, dijo.
Y contó que mientras se estudia el idioma en el país nórdico, los extranjeros entran en un plan de integración social, que les permite aprender el idioma y al mismo tiempo insertarse laboralmente con algún oficio o profesión. “Acá también estudié diferentes cosas, hasta que finalmente me definí por Técnico bibliotecario. Trabajé hasta el año pasado en bibliotecas, también en otros lugares. Vas estudiando y haciendo prácticas laborales. Además trabajé en un teatro de muñeco de títeres y marionetas. Me encantó”, aseguró la mujer.
A medida que fue viviendo todas estas experiencias, María José encontró personas que la contuvieron, amistades y mentores de su vida, en Finlandia. “Te ayudan y te integran, la gente acá no te suelta la mano. Me encantó estudiar para ser bibliotecaria, fueron 4 años inolvidables. Pude además trabajar con niños que es lo que me encanta. En la biblioteca tenía mis tardes de cuentos en español, y venían muchísimos chicos con sus familias a participar de esos momentos. Conocí a personas maravillosas con esa experiencia”, recordó.
El abrazo de la gente
“A nivel social y cultural, siempre me ha ido muy bien en Finlandia. He recibido siempre un abrazo del finlandés. Son buena gente, con valores. Eso me ayuda y me reconforta para salir adelante en momentos donde se extraña o se ven algunas cosas que podrían considerarse como negativas”, expresó sobre la forma de ser del finlandés.
Respecto a “los contra” de estar en Finlandia o los aspectos negativos, María José explicó: “El clima es lo negativo para mí, hay mucha oscuridad, y eso es uno de los aspectos que más me molestan a mí. La falta del sol y la oscuridad. Pero no puedo decir nada más, acá funciona lo social, la salud y el Estado está presente. Esperamos que siga así siempre. Eso sí, todos pagamos los impuestos como corresponde”.
El llamado del arte y su tienda online
Tras trabajar de bibliotecaria unos años, la mujer decidió acudir al llamado del arte. “Estaba muy contenta con lo que hacía pero me animé a más. Este año decidí dedicarme a mis pinturas, doy un taller de acuarela en una escuela de oficios. Doy clases en español y tengo un público muy heterogénero: finlandeses, nicaragüenses y otros latinos, venezolanos, chilenos, españoles y hasta rumanos. La pasamos bárbaro”, reveló sobre su nueva ocupación.
La tienda online de arte de María José Vivas es www.byvivasart.com . “Va despacio pero está creciendo y estoy muy contenta. Sigo estudiando artes y tengo ganas de seguir formándome acá y en España”, aseguró.
En el sitio, se presenta como una artista argentina cuyos diseños se inspiran en diseños nórdicos pero con colores de la naturaleza, propios de Sudamérica. Ofrece pinturas, accesorios, prendas y diferentes objetos de diseño con su propio sello artístico”.
María José también forma parte del taller de teatro Valle Inclan, (que toma el nombre del conocido dramaturgo español: Ramón María del Valle Inclán), donde participa como actriz, haciendo sus primeros pasos en las artes escénicas.
La educación en Finlandia
El sistema educativo de Finlandia ha sido motivo de elogio en distintas partes del mundo. Los niños tienen que ir obligatoriamente a la escuela en una jornada extendida, de 9 a 15 hs , pero hacen menos tarea en sus hogares para poder tener más tiempo libre. Asimismo, los docentes son muy valorados aunque es un mito que ganen sueldos muy altos. Los niños tienen ‘baños lingüísticos’ o baños de idiomas” para tomar contacto con diferentes idiomas desde muy temprana edad.
Por otro lado, no hay exámenes estandarizados ni se clasifica con números. No se decide quién es el mejor o peor, los maestros se preparan para enseñar pero el sistema no es de testeo constante como en la mayoría de los países del mundo. Los docentes evalúan y hacen formación constante de los procesos de aprendizaje. Solo al final de la secundaria, del bachillerato, hay un examen estandarizado que sirve, en parte, como prueba de selección para la universidad., según explicó en mayo de 2022, Emilia Ahvenjärvi, la Consejera de Educación y Ciencia en la Embajada de Finlandia en Argentina, en una entrevista que le hiciera Infobae.
Sobre el tema, y como docente de arte, y bibliotecaria, María José expresó: “Los libros en el país nórdico son parte esencial de la educación. No sé si es el mejor sistema del mundo pero es muy interesante. Es diferente al nuestro, desde el momento que los chicos no tienen tareas ni notas. Esto de ‘sos el mejor del aula’ no existe. Sí he escuchado problemas de discriminación, robos, pasan cosas pero no con la frecuencia que suceden en Argentina u otros lugares, por ejemplo”.
La docente habló también de la ausencia de un sistema de clasificación con números. “Que no se clasifique con notas me parece excelente y súper productivo porque al no tener nota, al no tener el mejor o el peor de la clase, no creás la diferencia que muchas veces lastima y condiciona. Superarse entonces es responsabilidad de cada uno, sin competir. Esa competencia que se genera en otros países y sistemas, es innecesaria. Son traumas con los que hemos crecido todos, y aunque digan que no, son cosas que nos quedan en el inconsciente que luego salen a flote cuando uno es adulto. Ojalá se aplique en todos los países”, sostuvo.
Una zona oscura
Como docente, María José opina que muchas veces el sistema educativo finlandés puede generar cierto adoctrinamiento que inscribe en las personas una estructura difícil de extirpar.
“Como contra, puedo señalar que acá envían a los niños desde muy bebés a los a los jardines maternales y tienen una formación muy estricta por decirlo de algún modo. Entonces veo que el niño se ve envuelto en una estructura institucional muy fuerte (donde pasa muchas horas) y a mi modo de verlo -desde afuera, obviamente- después, pasan los años y para el adulto es difícil salir de esa estructura que comenzó en la infancia. Es difícil de romper y genera muchas veces no saber cómo resolver ciertas situaciones, si querés salir de esa estructura. En ese sentido, es limitante en unas cuantas cosas”, señaló.
El mal trago de la enfermedad
La artista y docente pasó por momentos muy difíciles en Carlos Paz. Le diagnosticaron esclerosis múltiple siendo muy joven. “Por suerte me atendieron los mejores médicos del país y me ayudaron a que le ponga valor a esta enfermedad. Agradezco enormemente al Dr. Leopoldo Conde y al Dr. Enrique José Rigatuso, mi neurólogo. Fueron mis aliados, quienes me ayudaron a sobrellevar la esclerosis múltiple, junto a un cuerpo médico hermoso”.
Al respecto, añadió: “También me ayudó mucho la terapeuta Daniela Bergese y el Dr. Asís, en Córdoba. Por supuesto tengo un agradecimiento eterno a mis padres que estuvieron ahí siempre, -fue un trago muy triste y duro para ellos- a mi hermana, a mis tíos y a toda mi familia”.
Al momento de hablar de cómo transcurrió la enfermedad, la artista manifestó: “Es para mí algo muy personal. Es una enfermedad horrible. Me emociona hasta el día de hoy hablar de eso, después de tantos años.. Me dejó sin poder caminar, hablar y escribir, dado que tampoco podía mover mis brazos, no movía mis extremidades. Fue difícil pasarlo, pero hoy estoy bien, haciendo mi vida. Miro hacia atrás y creo que tuve mucha valentía para seguir adelante”.
Además, recordó un pensamiento constante mientras vivía la enfermedad. “Me dije en ese momento ‘Yo voy a volver a hablar, a caminar, a escribir, voy a volver a ser una persona común como era. Puse mucha fuerza y de mí y lo logré. Es una enfermedad muy limitante. La ciencia y los médicos ayudan, pero todo lo que uno pueda poner para recuperarse, es clave”, manifestó.
María José aclaró que no todas las esclerosis son iguales. “Hay diferentes grados y tipos. No todas son iguales. No a todos nos toca de la misma manera, a mí me tovó muy fuerte. Tras vencer la enfermedad, volví a nacer. Miro atrás y la verdad es que es para darme un abrazo muy grande, porque después de haberla vencido, logré cosas muy importantes en mi vida”, aseguró.
Cuidarse toda la vida
La artista agregó que es necesario cuidarse toda la vida cuando se diagnostica la patología. “Con la esclerosis múltiple es necesario cuidarse toda la vida mucho, porque puede haber recaídas. Es importante una buena alimentación, no tener estrés. Es muy bueno el consumo de cannabis medicinal. Yo consumo el aceite de cannabis. Es realmente muy bueno. Ayuda a la desinflamación de las articulaciones y del sistema nervioso central, que es lo que ataca la enfermedad.”, detalló María José.
También habló de la necesidad de hacer terapia y “ver por qué nos enfermamos, tratar de indagar en nuestra mente, eso también es fundamental para quien esté pasando por esta difícil enfermedad”.
Una invitación para viajar a Finlandia
“Lo que sí les voy a transmitir es la idea de que viajen a Finlandia, el que quiere hacerlo, es hermoso y los van a ayudar. Hay intercambios para chicos y jóvenes. Es necesario informarse en las embajadas, y hacer esa experiencia, es maravillosa. Los animo a hacerlo, el finlandés es buena gente para conocer, es hermosa su cultura y el enriquecimiento, increíble”, insistió María José.
Y concluyó: “No hay nada como los retos en la vida, afrontarlos con responsabilidad y amor, y saber que uno puede, cada día un poco más”.
