Daniel Renison, biólogo.

Este amante de la naturaleza y las montañas tiene como principal labor reforestar las Sierras Grandes de Córdoba donde se encuentra la reserva hídrica más importante de la provincia, una actividad que realiza hace más de 20 años. Su nombre es Daniel Renison, Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Córdoba, actual investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina).

Renison vive en Cuesta Blanca y asegura que con su labor, y la de tantos socios y colaboradores que forman parte del Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras Grandes, (Los Gigantes, Los linderos, Cerro Áspero, Los Linderos, De la Bolsa, Champaquí, etc), el suelo de ese sector está más cuidado para poder garantizar el agua de vertiente tan característica de la zona, y tan necesaria para la vida.

“Mi especialidad es la ecología y el manejo de bosques de montaña con énfasis en restauración ecológica. También desarrollo técnicas para la producción e implantación de árboles nativos. Y estudio además, qué, cuáles y cuántos servicios ecosistémicos brinda el bosque nativo a los seres humanos, poniendo atención en la provisión de agua”, contó el profesional en diálogo con Carlos Paz Vivo!

Reforestar el bosque

En 1997, como actividad extra laboral, Renison comenzó a reforestar una zona de Los Gigantes llamada Quebrada de los refugios, 22 hectáreas que en ese momento estaban severamente degradadas.

Al respecto, el biólogo expresó: “Mucho suelo se había perdido por erosión y la escasa cobertura vegetal, la actividad ganadera también fue un factor para la degradación del suelo, sumado al clima de la zona. Me entusiasmé con reforestar, conseguí unos fondos para alambrar y sacar los animales del lugar, previo permiso de los dueños y luego de hablar con los vecinos”.

Y continuó. “Juntamos semillas de los árboles nativos de la zona, y así comenzó el Proyecto de Conservación y Forestación de las Sierras Grandes que sigue hasta la actualidad a cargo de Ricardo Suárez”.

Estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba armando el primer alambrado de la Quebrada de los Refugios (Sierras de Córdoba, Argentina) en 1997 y foto del mismo sitio en 2020.

Un millón de árboles plantados por año

El proyecto que inició con Renison se fue agrandando con el correr de los años. “Se hizo cada vez más grande. En mi caso coordino lo que se llama “Acción serrana”, donde hay un montón de socios o jaguares –así les llamo-, que conservan el bosque en otras zonas. Todas las actividades, desde juntar semillas, ver nacer los plantines, llevarlos al campo, hasta cuidar las áreas, etc, son muy necesarias”, aseguró el especialista.

Cabe destacar que Acción serrana y su reforestación es parte de un movimiento más grande que se llama Acción Andina, iniciado por un colega de Renison, en Cuzco, Perú, también a fines de los años 90.

“Acción Andina nos ayuda en todo lo que es gestión de fondos,  lo que necesitamos monetariamente para realizar nuestras acciones ecológicas. Junto a esta organización Acción serrana planta un millón de árboles nativos por año, con la idea de proteger los suelos, la biodiversidad, y de brindar trabajo a la gente que habita en la zona”, comentó Renison.

Acción andina involucra a Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador, más Colombia y Venezuela, que están próximos a sumarse.

Asimismo, Renison mencionó los servicios de turismo sostenible que llevan a vecinos y turistas a realizar acciones de reforestación de bosques como Waju y Alto Rumbo, empresas que se dedican a actividades de turismo aventura en Córdoba.

“Ellos están a full con las reforestaciones y forman parte de Acción Andina. Es posible, si uno quiere ir a pasear de una forma distinta en las sierras, contratarlos y aprender mucho. Se combinan los paseos con caminadas, recolección de semillas, reforestación, etc”, detalló el biólogo.

La importancia de reforestar

En las sierras se perdieron muchos bosques por la acción del hombre, en general estos se regeneran sin necesidad de intervención humana. No obstante, en las partes más altas de las montañas la regeneración de la flora es más lenta.

Sobre la relevancia de forestar, el biólogo explicó: “Es importante la acción de reforestación del hombre en esas zonas donde a las especies les cuesta más volver a crecer. Necesitamos entonces que haya más bosques porque se está perdiendo mucho suelo. Los inviernos son largos, la vegetación crece relativamente poco, entonces hay que ayudarla.”

Y luego destacó: ”En las Sierras Grandes nacen todos los ríos que nos proveen de agua a los cordobeses, es un lugar productor de agua por excelencia. Allí hace frío y el agua que cae no se vuelve a evaporar por el calor. La vegetación consume poca agua. Cada vez que llueve torrencialmente en verano en las Sierras Grandes se almacena el agua para luego decantar. Se infiltra, y así surgen las famosas vertientes, que proveen de agua a todos nuestros ríos”.

De allí que sea vital conservar los suelos y cuidar un recurso tan importante como el agua, que “ya es extraordinariamente valioso y lo será mucho más aún de aquí a unos años con el crecimiento sostenido de la población en nuestra provincia”, concluyó Renison.