Ernesto “Finito” Gerhmann es una institución del básquetbol argentino. Desconocido seguramente para los jóvenes, fue el primer pivote de nuestro país con altura internacional (2.11m) que se destacó en torneos importantes, siendo cuarto goleador del Mundial de 1967. Jugó en Gimnasia La Plata, Palmeiras y hoy,día de su cumpleaños número 75, sigue activo jugando al newcom.
“Mi familia se mudó a Posadas cuando yo empecé el secundario. Ahí justo había un vecino mío que iba al básquet. Nosotros estábamos a dos cuadras del club Tokio y ahí empezó todo, cuando tenía 14 años”, recuerda ‘Finito’.
Al llegar a la capital misionera, el ex integrante de la selección cuenta que no fueron sus mejores días: “Con 12/13 años ya estaba bastante acomplejado. No quería salir a la calle porque los pibes me cargaban. Me acuerdo bien que a mi vecino, cuando me dijo de ir a Tokio, le dije que se iban a reir de mí, pero cuando me vieron llegar, por mi altura, los entrenadores y dirigentes enseguida me dijeron que tenía que jugar al básquet. Y me enganché. Yo estudiaba en el industrial mañana y tarde, pero al mediodía ni volvía a mi casa a comer, porque me quedaba en el club. Me sentía tan cómodo y útil por la altura que no me quería ir de ahí. Servía. El básquet era mi vida. Mi escape. Eso me ayudó mucho”.
El debut en el combinado nacional se dio a sus 18 años en un torneo realizado en Cosquín, pero oficialmente fue en el Sudamericano de Mendoza del año 1966. De ahí, fue tentado por la Universidad de Detroit (EEUU) pero por cuestiones de lejanía decidió no aceptar la ‘oferta’. “Fue un error que lamento hasta el día de hoy”, reconoce Gerhmann.
Luego de su glorioso paso por Palmeiras en Brasil, “Finito” regresó al club de sus amores y jugó hasta los 45 años ya que un desprendimiento de retina en un partido forzó su retiro. “Ahora administro propiedades y me mantengo activo jugando al newcom. Además, hago gimnasia y salgo a trotar”, detalla el primer ‘verdadero’ pivot argentino.
Información: Basquetplus
