Cuando no hay cortes de luz, tener energía eléctrica también es un problemón. Las variaciones de voltaje quemaron electrodomésticos y varios elementos en complejos de cabañas de Villa Parque Síquiman. En varias ocasiones, los visitantes pasan la noche en penumbras debido a la baja tensión.

Un grupo de empresarios de Villa Parque Síquiman, dueños de complejos de cabañas y casas de alquiler por temporada, expresaron su reclamo en una nota que esta semana presentará ante las autoridades de la sede regional Punilla de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC).

Esta comunidad de cabañeros, como se autodenominan, elaboró un texto en el que resumen los inconvenientes cotidianos que afrontan como consecuencia de las fluctuaciones de voltaje que advierten desde hace un tiempo.

Consideran “grave peligro y graves daños a los que EPEC nos deja expuestos” por la falla en la prestación del servicio de energía eléctrica en la zona.

“Reiteradamente, durante todo el año y con mayor gravedad en la época de verano, venimos sufriendo continuos cortes de energía que no son programados y que se dan en forma de peligrosos microcortes o cortes prolongados que nos dejan varias horas sin servicio de energía, lo cual se agrava aún más con la baja tensión constante en horarios tampoco programados, la cual ha llegado a medir 50 voltios”, detallaron.

En este contexto, los empresarios sostienen que “nuestra actividad peligra enteramente sin que podamos hacer nada al respecto”, ya que genera “un costoso daño patrimonial que supone reponerlos en plena temporada turística”. También afirman que esta problemática “ha generado múltiples quejas y gran malestar por parte de los huéspedes”.

Sin soluciones ni respuestas a la vista

En diálogo con Carlos Paz Vivo!, Carlos Ávila, empresario del sector, manifestó su preocupación por la falta de respuestas de EPEC ante estos inconvenientes que padecen desde “hace por lo menos dos años”.

“Tanto en invierno como en verano, cuando la gente requiere más consumo de energía por las temperaturas muy bajas o muy altas, las fases se desequilibran considerablemente. Nosotros tenemos instalación trifásica en el complejo y advertimos todo el tiempo un desbalance en la distribución de las cargas. Por ejemplo, en una cabaña la tenemos con 170 voltios, otra con 90 y otra con 50”, explicó.

A su vez, “se produce una diferencia muy grande entre las fases, eso hace que la corriente se incremente considerablemente y por eso se queman los equipos. A mí y a otros empresarios ya se nos quemaron varios electrodomésticos por esta situación”.

En este contexto, los turistas que pagaron por un servicio la terminan pasando muy mal: “Se les echa a perder la comida, andan en penumbras en las cabañas. Y nosotros con la bronca por toda la inversión que hicimos para que los visitantes lleguen a la zona, tenemos este problema que no podemos solucionar”.

Mirá el video con el chequeo eléctrico que efectuó un propietario: