Miguel Garay

Nicolás Garay fue condenado a prisión perpetua porque mató a su suegra,  la enfermera Susana Sosa, para que sufra su expareja. Así lo entendió la mayoría del jurado popular cordobés. De modo unánime, le adjudicaron a Nicolás Garay homicidio por ensañamiento. El crimen fue en febrero de 2022 en Villa Carlos Paz.

Las condiciones para recibir la prisión perpetua se acreditaron con suficiencia. Así lo entendió el jurado popular reunido en la Cámara 9ª del Crimen de Córdoba que este lunes condenó a Miguel Nicolás Garay (30), alias “Palermo”, a la pena máxima por hallarlo responsable del homicidio de su exsuegra, Susana del Valle Sosa.

De manera unánime, todos los miembros del tribunal del pueblo entendieron que actuó con ensañamiento cuando la mató a golpes, en tanto que la mayoría de ese cuerpo se pronunció que también lo hizo para hacer sufrir a la hija de esta, su expareja, Alicia del Valle Domínguez (51).

La sentencia se escuchó pasado el mediodía de este lunes en la Cámara 9ª del Crimen donde se llevó a cabo este debate oral y público desde la semana anterior.

Garay soportaba la dura acusación de “homicidio doblemente agravado por el femicidio vinculado y ensañamiento” por el crimen de su exsuegra, además de “lesiones graves calificadas por el vínculo y violencia de género” a su ex, a quien también molestó durante la fatídica madrugada del 10 de febrero de 2022, por lo que también se lo condenó por “violación de domicilio reiterado”, “daño reiterado” y “amenazas”.

El episodio se produjo más de un año después de que Liliana Domínguez terminara con la relación de pareja con Garay, que duró desde 2019 hasta setiembre de 2020.

El vínculo estuvo caracterizado por la violencia de género y él continuó atosigándola más allá de la ruptura, pero el acoso violento se incrementó cuando se enteró de que ella inició una relación con otro hombre.

Los hechos

El 6 de febrero de 2022 cuando Liliana estaba con su novio descansando se presentó Garay a molestarlos, con acciones por demás violentas. Desde las 2.30 estuvo la casa de la mujer y comenzó a gritarle: “Liliana, Liliana, te voy a matar, los voy a matar a los dos, vení salí afuera”. Ella estaba durmiendo con su novio, Martín Bernales, y llamó a la Policía, pero la patrulla se demoró.

A lo largo de tres episodios, Garay se fue y volvió y en cada uno de ellos produjo daños en la vivienda y en el automóvil de ella, lanzando piedras, cascotes y ladrillazos.

Al amanecer, Liliana se fue a hacer la denuncia a la unidad judicial, mientras que su novio partió a trabajar, ambos pensando que las molestias habían cesado.

Según la acusación del fiscal de Carlos Paz Ricardo Mazzuchi, Garay volvió a la propiedad y se filtró en la vivienda que está en el mismo terreno, donde residía la mamá de Liliana, Susana del Valle Sosa.

Allí, habría entrado sin autorización y sorprendió a la mujer que habría estado por ducharse, la golpeó y en el piso le dio puntapiés y trompadas “aumentando inhumanamente y de forma deliberada el sufrimiento de la víctima”.

Según Mazzuchi, el ataque fue “con intencionalidad homicida y con el propósito de causar un sufrimiento a su expareja Domínguez”.

Luego de esto, cuando Liliana volvió a su casa, se encontró con Garay que salía de la vivienda de su madre, momento en cual él le dio una fuerte trompada a su expareja.

El femicidio vinculado tiene la motivación de una “venganza transversal”, porque se comete para provocar sufrimiento en una mujer, en este caso la hija de la víctima; el ensañamiento, porque buscó un sufrimiento inhumano.

El veredicto

Según publicó La Voz del Interior, durante la mañana de este lunes se produjo la deliberación del cuerpo de jurados populares que coincidieron que Garay mató con ensañamiento a su suegra. Pero hubo discrepancia en el veredicto respecto del enfoque de femicidio vinculado: la mayoría entendió que se dio así, pero una porción de los representantes del pueblo votaron en disidencia.

Con una sola de las calificantes del homicidio, era suficiente para que Garay se hiciera merecedor de la prisión perpetua.

El tribunal técnico estuvo integrado por Roberto Cornejo (presidente), Fernando Martín Bertone y Gustavo Rodríguez Fernández, en tanto que la acusación en el juicio corrió por cuenta de la fiscal de cámara María de las Mercedes Balestrini, quien pidió la prisión perpetua por ambos calificantes.

El defensor Carlos Hairabedian trazó su estrategia en pedir la absolución por entender que no se había hecho la pericia psiquiátrica para determinar que Garay dirigía sus actos al momento del homicidio, si bien había comprendido la criminalidad.

En subsidio, de no contemplarse esta posibilidad, el experimentado penalista solicitó al jurado popular que no considerara ambos calificantes en el crimen, por lo cual le debería caber a Garay una pena por homicidio simple, más las otras acusaciones menores, entre ellas las lesiones graves calificadas por vínculo y violencia de género a su expareja.

Femicidio vinculado, la figura legal que le cabría a Nicolas Garay, el asesino de Susana Sosa

Fuente: La Voz del Interior.