El insólito hecho sucedió en la localdiad santafesina de Amenábar. El sacerdote estaba presidiendo una ceremonia que incumplía con el decreto presidencial que ordenó las restricciones en el país.

Como si se tratara de un exorcismo, el cura tomó un gran crucifico y mostrándoselo a los policías comenzó a gritar: “En nombre de Cristo, fuera de la casa de Dios”.

El sacerdote se llama Andrés Quiroga.