Cuanto más nos acercamos al invierno, las posibilidades de que se produzcan incendios forestales aumentan. Ahora bien, no sólo las condiciones climáticas adversas son el desencadenante de este tipo de siniestros naturales, sino que la negligencia humana se convierte en el factor con más responsabilidad en estos hechos.

Así lo confirmó el teniente Diego Ochoa, perteneciente al cuartel de Bomberos Voluntarios de Villa Carlos Paz: “Entre los meses de junio y octubre se vuelve aún más riesgoso el peligro por incendios forestales. Y más cuando la humedad desciende por la falta de lluvias, el sol calienta y las heladas generan mucho material combustible; además de los vientos”.

Fuera de lo que son las condiciones meteorológicas propias de la estación, Ochoa apuntó a la concientización de los ciudadanos, ya que sostuvo que, en la mayoría de los casos, los focos ígneos son generados por la gente.

“La mayoría de los incendios comienzan por quemas de basura domiciliaria que no se realizan como corresponden y se les vuelve incontrolable a la gente. En lo que va del año, ya hubo quemas controladas en viviendas, pero fueron situaciones que no pasaron a mayores”, señaló.

En este sentido, recomendó: “Nunca hacer fuego a cielo abierto y más si viven en zonas colindantes con el campo, lo que nosotros denominamos zonas de interfase. Hay que tener mucho cuidado y ser conscientes del daño que podemos generar, no sólo a la naturaleza y el ambiente, sino a nosotros mismos”.