Por Pedro Eugenio Despouy[1]

1.- Conceptualización de la estafa piramidal

 Básicamente, este tipo de estafa consiste en el hecho de utilizar ardid y engaños induciendo a error a varias personas (en cascada) con el propósito de obtener capitales prometiendo a cambio importantes ganancias que al principio se concretan para los primeros “inversores” que deciden entregar su dinero, pero más tarde es cuando las víctimas evidencian que tales inversiones, en realidad, consisten en un “sistema piramidal” o “esquema Ponzi”.

2.- ¿Cómo actúan las organizaciones que cometen este tipo de delitos?

A veces conforman “asociaciones ilícitas” las cuales, por sí mismas, configuran un delito contra la tranquilidad pública. Toman dinero de sus “clientes”, les dicen que obtendrán ganancias tras las inversiones que realizan los tomadores, pero dichas ganancias -en realidad- no salen de ninguna operación comercial ni financiera autorizada, sino que provienen de lo aportado por nuevos clientes. Con el dinero que éstos aportan, los autores del fraude van pagando los rendimientos de los antiguos (primeros) aportantes.

Son dos las condiciones que los estafadores precisan para conseguir su objetivo y continuar con la rueda: que se sigan sumando “clientes” a buen ritmo y que nunca muchos de ellos quieran retirar sus fondos a la vez.

De esta manera, el sistema necesita cada vez más inversores, ya que, si esto no sucede, el sistema piramidal cae por la falta de inyección de dinero, provocando que los aportantes “nuevos” no reciban los intereses ni la devolución del capital que entregaron.

Llega el momento de las fechas prometidas y entonces los aportantes le piden al tomador del capital la devolución del dinero invertido. Y así es como, en medio de excusas, cambio de condiciones, dilaciones, mentiras,  que tienden a mantener y reforzar el error de las víctimas sobre la falsa existencia del proyecto, empresa, actividad financiera, etc. y que recuperarán el dinero aportado más sus intereses, se produce entonces el colapso del sistema piramidal que, de antemano, el estafador sabía que iba a ocurrir indefectiblemente cuando llegue el momento de los sostenidos reclamos que efectuarán cada uno de los inversores cuando quieran recuperar su dinero (capital e intereses prometidos) en las oportunidades convenidas al momento de efectuarse las entregas.

3.- ¿Cómo actúa el autor de una estafa piramidal

Las connotaciones propias de las estafas piramidales, son aquellas en las que los autores del delito tienen una primera fase en que aparentan cumplir el contrato operando con el dinero de los sucesivos inversores para saldar cuentas con los primeros.

En la estafa piramidal, se desplaza el descubrimiento de la trama delictiva a un momento posterior, en el que ya aflora de forma inevitable el apoderamiento definitivo del dinero que los acusados aparentan reinvertir, siendo lo cierto que, inicialmente, carecían realmente de un proyecto empresarial que garantizara la devolución del capital y de los intereses estipulados en los contratos.

4.- La captación del capital por el estafador

La estafa piramidal aparece configurada por aquellas conductas en que el autor, mediante ardid o engaños, se dedica a captar capital prometiendo la realización de importantes inversiones, a través de proyectos, supuestas empresas, uso de plataformas a través de Internet, etc.

Se promete a los posibles clientes “inversionistas” el abono de sustanciosos intereses, sin que después existan los negocios que habrían de producir los ingresos que permitirían devolver el capital y esos intereses convenidos.

Lo habitual es que en una primera etapa se abonen a los primeros inversores el capital y/o los intereses prometidos valiéndose de las aportaciones de los sucesivos clientes que se suman a la pirámide.

En estas conductas delictivas «piramidales o en cascada» los estafadores realizan una puesta en escena en ejecución de un designio criminal único encaminado a defraudar a un número indeterminado de víctimas, pudiendo proyectarse la acción fraudulenta sobre una persona que a su vez (a veces de buena fe) convenza a otras, como consecuencia de su propio engaño, a realizar similares inversiones.

5.- La frustración del negocio prometido

Este modelo piramidal de estafa conduce necesariamente a la frustración del negocio prometido, pues en la medida en que se incrementa el capital recibido, aumentan exponencialmente las necesidades de nuevos ingresos para abonar los intereses, hasta que el autor de la estafa deja de pagarlos y se apropia definitivamente de los capitales fraudulentamente recibidos.

[1] Abogado. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales UNC. Profesor de Derecho Penal. Parte Especial UNC.