Julio Roque Pérez dejó de existir físicamente el año pasado a los 80 años de edad pero su enseñanza constante y amor por el club lo dejarán en el corazón de cada hincha.

“El loco” Julio, como era popularmente conocido, ganó un importante premio en la quiniela sanjuanina cuando tenía sólo 15 años y al recibir el premio lo donó completo al club de sus amores: Godoy Cruz Antonio Tomba de Mendoza.

Les advirtió a quienes recibían ese dinero que debían usarlo para construir una tribuna en su estadio y además colocarle la iluminación al mismo.

Es por eso que la propia hinchada del “Tomba” lo tiene presente en banderas y canciones y además, colocaron una estatua con su imagen y un boulevar lleva su nombre. De chico revolvía la basura para comer y ese premio de lotería lo hubiese acomodado económicamente pero, el amor por su club, pudo más.