El juez federal Julián Ercolini citó a declaración indagatoria para el próximo martes al técnico informático Diego Lagomarsino, como presunto partícipe de un “plan criminal” contra Alberto Nisman, al dar por probado que el investigador del atentado a la Amia fue “víctima de un homicidio”.

Ercolini citó a Lagomarsino para el próximo 14 de noviembre -a casi dos años y diez meses de la muerte de Nisman- en tanto que los cuatro ex custodios del entonces fiscal serán indagados el 20 y 21 de este mes, al hacer lugar a un pedido del fiscal Eduardo Taiano, informaron a Télam fuentes judiciales.

“Natalio Alberto Nisman fue víctima de un homicidio” y a Diego Lagomarsino “se le imputa el haber prestado una colaboración necesaria” para el “plan criminal” porque aportó el arma con que se cometió el crimen el 18 de enero de 2015, había argumentado el fiscal Taiano en el dictamen de 1.087 hojas que le entregó a primera hora al juez Ercolini.

El magistrado impuso primero el secreto de sumario en la investigación y, pasado el mediodía, ordenó las indagatorias.

Medidas de seguridad

Taiano en su dictamen no pidió la detención de quien fue empleado de Nisman pero sí sugirió al juez adoptar medidas que considere necesarias para asegurar su comparecencia y el no entorpecimiento de la pesquisa, y sostuvo que Lagomarsino actuó “a sabiendas” de lo que iba a suceder con el fiscal.

Hasta ahora pesa sobre el técnico informático una prohibición de salida del país desde el 23 de enero de 2015, impuesta por Viviana Fein, por entonces fiscal del caso, poco después del hallazgo el cadáver de Nisman con un balazo en la cabeza en el baño de su departamento del barrio de Puerto Madero.

El fiscal sostuvo que Lagomarsino no cometió el homicidio, pero proveyó lo que se definió como “arma amiga” que fue usada para un “montaje de suicidio” del fiscal Nisman.

“Este accionar fue posible debido a la relación de confianza” que el imputado tenía con Nisman, por lo cual entró al edificio de las Torres Le Parc en Puerto Madero el sábado 17 de enero de 2015, a la noche, sobrepasando a su custodia, remarcó.

Fue en ese encuentro en el que le dio un arma de fuego Bersa, calibre 22, que no contaba con autorización legal porque estaba vencida desde el 1 de abril de 2007.

Esa fue el arma con que “dos victimarios” lo asesinaron en el interior del baño de su departamento, según concluyó la pericia de Gendarmería.

Para Taiano, en el “asesinato” de Nisman “se desprende con claridad la participación activa de terceras personas en el lugar en el que ocurrió el hecho”.

“Las circunstancias que rodearon la muerte de la víctima, impiden siquiera considerar la posibilidad de un suicidio”, dictaminó el fiscal, al afirmar “en forma concluyente” que “Natalio Alberto Nisman fue víctima de un homicidio” con “participación activa de terceras personas en el hecho”.

Además, remarcó que el homicidio, según la pericia, se debería haber producido a las 2.46 horas del domingo 18 de enero de 2015.

El fiscal reclamó además la citación a declaración indagatoria de los cuatro custodios que tenía asignados Nisman por “incumplimiento de deberes de funcionario público”.

Se trata de Rubén Benítez, Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz, a quienes acusó de “no proteger a su custodiado en forma debida”.

La medida fue ordenada por el juez que los convocó para el 20 y 21 de noviembre.