AC Milan y FC Internazionale, los dos clubes más importantes de Milano, presentaron propuestas para la construcción de un nuevo estadio donde disputar sus partidos de la Serie A del fútbol italiano y el espectacular ‘Giuseppe Meazza’ sería demolido.

El veredicto de la Comisión Regional para el Patrimonio de la Lombardía fue lapidario: “el estadio no presenta interés cultural, y por lo tanto está excluido de las disposiciones de tutela”. La Comisión afirmó que “los restos del estadio originario de 1925-1926 son residuales respecto a las intervenciones de adecuación y ampliación realizadas en la segunda mitad de 1900”. Entonces, concluyen, “no se remontan a más de setenta años, como está previsto por el Código de Bienes Culturales”.

Inicialmente, la iniciativa fue recibida con escepticismo por fanáticos de ambos clubes y entidades de conservación de la ciudad, que consideran al San Siro un símbolo de Milán, por lo que se veía como la última esperanza a la petición del alcalde de Milán, Giuseppe Sala,la cual no tuvo peso.