Por el accionar de una topadora en Punta Tombo, Chubut, se estima que al menos hubo 292 pichones muertos y más de 140 huevos destruidos. Mientras tanto, la Justicia de Chubut explora como desencadenante un conflicto sucesorio.

Tras una serie de allanamientos durante el martes, la fiscal a cargo de la causa, Florencia Gómez, identificó a uno de los responsables del hecho. “Hay una situación familiar previa”, explicó la funcionaria judicial. “Todo comenzó con un problema sucesorio de esa propiedad”, informó.

Es por ese motivo que uno de los propietarios que disputa la titularidad del terreno decidió, “sin autorización previa, realizar un camino hacia la costa”. Uno de los titulares del inmueble, Luis Alberto La Regina, indicó que se trató de una usurpación.

Para concretar la obra, el acusado dispuso de maquinaria pesada para construir el sendero de unos 700 metros de largo por tres de ancho.Allí desmontó toda la vegetación nativa y pasó con la topadora arriba de los nidos de pinguinos.

Además, la colocación de un cerco perimetral electrificado provocó que tanto “el pingüino macho y hembra adultos que van al mar a buscar comida para sus crías, cuando volvieron con la comida, se electrocutaron”.

“Se estima un total de 292 pichones muertos y/o huevos destruidos, sin poder estimar aún el número de adultos que pudieran haber resultado aplastados por las máquinas dentro de sus nidos”, sostuvo Pablo Borboroglu, biólogo especialista en pinguinosy agregó: “Algunos se habrán escapado en el momento del disturbio y otros quedaron aplastados”.

“No puede ser que un loco con una topadora genere un daño así. La sanción debe ser ejemplificadora. Acá hubo invasión de propiedad privada y daño de fauna. Es una aberración lo sucedido”, ilustró Borboroglu.

Por su parte, el ministerio de Ambiente de la Nación anunció que hará una presentación ante la justicia. “Vamos a denunciar penalmente a los responsables de la matanza de pingüinos que se produjo en Punta Tombo. Este daño ambiental es irreparable”, dijo el ministro Juan Cabandié.