El carlospacense Javier Perez Forte

Javier Pérez Forte es un músico carlospacense, de larga trayectoria que por cuestiones laborales emigró hace años a Italia para continuar con su carrera de concertista de guitarra.

Hace algunos meses, en su última visita a la ciudad, junto al también guitarrista Pablo Di Giusto ofrecieron un concierto a beneficio de la Bibliotea H. Porto en el centro Italiano de Carlos Paz. VER NOTA

Perez Forte, hoy reside en Casorate y tiene su escuela de música en Gallarate a pocos kilómetros al noreste de Milano, todo en la región de Lombardía. Esta zona, se encuentra a tan sólo unos 70 km de Codogno, en Lodi donde se dio el brote inicial del Coronavirus. En dicha región, se han infectado 2 mil de los 3mil enfermos detectados en Italia.

CarlosPazVivo! dialogó con el artista que tenía previsto brindar un concierto el pasado 1 de marzo y se suspendió a causa de las restricciones por los cuidados para evitar la expansión de la epidemia.

-¿Cómo es la vida cotidiana en Italia con todo lo que pasa con el coronavirus y el temor de la gente al contagio?

-La primera cosa que me viene para comentar es que lo que está sucediendo en este momento, más allá de las noticias y los números, hay que ver la cuestión social, las relaciones familiares, de amistad, de trabajo y me dije que esto ya lo viví, dónde lo viví. Y me acordé que hay un libro de 1995 de Saramago y que se llama Ensayo sobre la ceguera, y describe exactamente lo que está pasando ahora. Es impresionante. Pensé eso y después en distintos lugares vi en notas en los diarios, en Facebook, leí que estamos viviendo como en el libro de Saramago así que no estoy tan desubicado.

-El día a día se torna muy difícil entonces…

-En las cuestiones concretas se está viviendo una situación muy extraña, surreal, preocupante. Porque lo que empezó con cierta preocupación y se pensaba que iba a pasar rápido tomando algunas medidas, no se frena y han ido tomando otras medidas como cerrar por más tiempo las escuelas, los cines, los teatros. Hay más medidas de precaución en bares y restaurantes que han limitado mucho los horarios, no se puede ir a la barra, se puede ir solamente a las mesas que deben tener una distancia de al menos 1 metro y medio. Son detalles, recomiendan evitar todo tipo de abrazo, dar la mano, lavarse las manos constantemente.

-Se ven imágenes de calles céntricas sin gente…

-Se están dando cosas como que mucha gente que trabaja en oficinas con computadoras están quedándose a trabajar en sus casas. Se conectan, hacen teleconferencias simultáneas y mucha gente resuelve así, de esa manera. Por este motivo las ciudades se ven mucho menos cargadas de tráfico. Pero, justamente, dan un panorama desolador porque uno conoce la ciudad de referencia y la ves como ciudades fantasmas. Esto también lo describe Saramago en su libro. En las escuelas a los chicos les dan deberes a rolete por mail o se distribuyen con representantes. Las escuelas secundarias que están más equipadas por tecnología son las que menos sufren porque dan clases on line, en vivo y hay otras que un profesor graba un video y los manda a todos explicando una lección. De este modo se van salvando situaciones porque si esto se alarga se podría perder el año y sería una catástrofe, un desastre bíblico.

-¿Hay mucho miedo en la gente?

-Los miedos de la gente son de todo tipo. Los hipocondríacos directamente no sale de la casa y están los que están del otro lado y son medio salvajes y salen a la calle como si nada. En las charlas con la gente se ve mucho: ayer un alumno me dijo que si me agarra, me tengo que morir ya pagué las cuotas de la casa, las cuotas del auto ya casi las terminé de pagar. Otra cosa curiosa es que el Gobierno ha tomado nuevas medidas más restrictivas y están estudiando de dar un bono de ayuda a las familias que necesiten baby sister para los chicos. Ahí salta otro problema es que llamar a la baby sister genera desconfianza: ¿se lavará las manos?

¿Se ha generado demasiado pánico?

Nadie discute de que esta gripe afecta de manera mortal en un 2 por ciento de los casos que se contagian. Pero dado que no hay vacunas y tiene una velocidad de contagio tremenda, si no se la frena los números que se podrían llegar a alcanzar son terribles. En un país de 60 millones poblado densamente y se enferma 1 millón de personas, el 2 por ciento es una catástrofe. Entonces, no se puede subestimar. La capacidad de contagio que tiene este bicho es terrible. Nadie pone en duda el porcentaje si no, el alcance que tiene.

¿Qué cosas llaman la atención de lo que ustedes pueden ver allá en los medios?

Cosas curiosas o tragicómicas. Hubo 7 nuevos casos en China de casos que llegaron de Italia y entonces estamos exportando el virus a los chinos y éstos están tomando medidas para restringir los arribos desde Italia.

Más allá de datos y situaciones, que se percibe o se siente. La sensación de vivir todo esto, ¿Como es?

Lo que puedo decir como conclusión es que la sensación de la gente es entre preocupación o angustia porque no se sabe lo que va a pasar. Tenés que luchar contra un enemigo invisible y silencioso que no sabés de dónde te va a aparecer y si la persona que tenés al frente lo tiene y te tenés que alejar. Es una preocupación que por otro lado la gente más optimista dice que no nos dejemos caer en esta onda y al virus no le explicás que tenés buena onda y no te vas a contagiar. Al virus no le importan las buenas o malas intenciones.

¿Cómo se evalúan las acciones oficiales para evitar la propagación del virus?

No creo que sea fácil estar en el lugar del Gobierno porque es una situación muy nueva y desde el punto de vista político se discute todo y la oposición aprovecha para criticar. Creo que están haciendo lo mejor que se puede para contener, frenar el virus. Veremos si cuando empieza el calorcito esto se frene un poco. Yo estoy en Lombardía que es la región más afectada, donde hubo el 60% de los casos del país. Pero lo que hay que tener dimensión es lo que puede llegar a alcanzar, si bien la mortabilidad no es alta, el grado de contagio si. Italia tiene 70 millones de habitantes, si se enfermase apenas la mitad, ya estaríamos hablando de una catástrofe en cuanto a muerto y colapsaría el sistema de salud, no habría lugar donde poner los enfermos.