Están realizando una colecta solidaria para juntar determinados elementos. La impulsora del merendero, Soledad Ramos, señaló que hay muchas necesidades y problemáticas y apuntó que la violencia de género está muy presente en el barrio.

Soledad Ramos vive en Colinas, y las consecuencias negativas que trae la pandemia, despertaron en ella la empatía con quienes más lo necesitan. Por eso, hace algunos meses decidió armar un merendero en una de las plazas de su barrio.

En la esquina de las calle Cuchilla Nevada y Yerba Buena hay una plaza y allí, Soledad saca una mesa y sirve una copa de algo caliente y algo para comer a los chicos que se acercan porque sus familias se encuentran en una situación vulnerable.

Con la colaboración de muchas personas, Soledad puede ayudar a otros vecinos, pero siempre se necesitan cosas. Por ese motivo, organizaron una campaña solidaria.

“Trabajamos miércoles y sábado con la merienda y después en conjunto con otros merenderos hacemos la olla solidaria, los miércoles y viernes, todo depende de las donaciones que consigamos”, contó la joven.

La campaña solidaria apunta a recolectar frazadas, abrigos, alimentos no perecederos y colchones.

A través de esta acción de servir una merienda, Soledad contó que pudieron detectar distintas necesidades que tienen los pequeños del barrio. “El 90 por ciento de los chicos que van a merendar está complicado con las tareas de la escuela por ejemplo, entre otras de las problemáticas que existen”, subrayó.

Soledad Ramos, impulsora del merendero

Tras varios meses de trabajar con las personas del sector, y corroborar que algunos están atravesando situaciones complicadas, el objetivo es “ser un punto de contención”.

Y dijo que están ayudando “a las mamás solas, que son las que más necesidades están teniendo”. Actualmente, van a merenderar “alrededor de 70 chicos, y ahora se están acercando mucho los adultos”.

Entre las problemáticas que se presentan, señaló que la violencia de género es uno de los flagelos que más se dan, además de que muchas madres solas no llegan a fin de mes con el dinero.

La joven mencionó que no tienen asistencia profesional y que a raíz de esta experiencia que comenzó a vivir con el merendero, decidió este año comenzar a estudiar la carrera universitaria de Trabajadora Social. “Despertó en mi esta necesidad, lo que voy aprendiendo lo aplicó,  me sirve””.

Aquellos que deseen colaborar pueden comunicarse al teléfono 351-6010988 o a través del Facebook Soledad Ramos