Jorge Luis Raineri, tatuador de Villa Carlos Paz

El arte del dibujo sobre la piel como un sello perenne de alguien, es lo que ha motivado a la familia Raineri, padre e hijos, a desarrollar su labor distintiva durante toda la vida.

Un trabajo que los hace felices y que Jorge Raineri supo transmitir a sus niños: Sebastián que trabaja con él en Buenos Aires; Gustavo, quien vive y tatúa en Italia y Jorge Luis Raineri, que es ciudadano de Villa Carlos Paz y tiene su local Tattoo Planet, en avenida Cárcano 188.

Rodeado de tatuajes de diferentes estilos y siempre apostando a la creatividad y a la “marca personal de cada uno”, Jorge Luis Raineri, Uogi para sus amigos, es tatuador desde los 14 años.

“Mi primer tatuaje fue uno que le hice a mi hermano mayor, y después continué con clientes de mi viejo. Luego, a partir de los 18 años, empecé todos los días a trabajar en el local de Juramento y Cabildo en Buenos Aires,  tatuando al público”, recordó Jorge Luis en entrevista con Carlos Paz Vivo!

Desde ahí, no paró. Hoy, próximo a cumplir 39 años, sigue tatuando con el mismo entusiasmo que tenía cuando era un adolescente. “Me gusta tatuar,  me gusta la mayoría de los estilos, todo lo que sea un desafío más, con muchas líneas, detalles”, contó.

El artista prefiere no encerrarse en un estilo porque se aburriría. “He estudiado diseño gráfico, dibujo, me recibí de publicista pero no ejercí ya que me recibí grande y no podía trabajar solo por viáticos”,  consideró y continuó: “Igualmente, uno nunca sabe….”

A los 12 años, Jorge Luis veía tatuar a su papá.

Tatuajes para todas las edades

Al local de Jorge Luis van personas de todas las edades. “Tengo gente mayor que se tatúa, obviamente hay que ser más suave con esas pieles debido a la edad, pero se tatúan igual”, dijo.

Además, aseguró que “ya se perdió eso de que si tenés tatuajes, sos un delincuente o algo por el estilo. Un tatuaje no afecta tu capacidad intelectual”, afirmó,  aunque admitió que en la época que su papá trabajaba en la Bond Street (en los 80’), “la gente sí los veía a los tatuajes como algo negativo, pero hoy en día ya no”.

Familia de tatuadores.

Estar seguro de lo que se quiere

Como consejo a sus clientes, Jorge Luis pide que la gente no vea al tatuaje como una moda, porque las modas pasan, pero el tatuaje no. “Siempre va a ser el mismo, por eso a la hora de hacerse uno hay que estar bien seguro de lo que uno quiere, es lo único que nos llevamos cuando ya no pertenezcamos a este mundo”, manifestó.

Luego se animó a definir a su arte diario: “Para mí el tatuaje es algo personal, que solo uno sabe el significado, es un arte que marca un momento o simplemente acompaña y decora nuestro cuerpo, así sea para vernos mejor a nosotros mismos”.

Por otro lado, comentó que también tapa cicatrices con sus tatuajes: “Mucha gente lo hace para no verlas más. Hice bastantes de ese tipo, para tapar cicatrices de cesáreas, de lipoaspiraciones, implantes, etc”.

Una anécdota para tener en cuenta

Los motivos para hacerse un tatuaje suelen ser muchos, pero Jorge Luis advierte que tatuarse el nombre de una pareja, puede resultar complicado.

“Una anécdota que tengo sucedió en el local de Buenos Aires. Mi hermano Seba estaba tatuando una chica en la planta baja, y mi viejo en la planta alta, a un chico. En eso mi viejo termina el tatuaje y baja con el chico. El flaco  ve a la chica y le dice: ¿qué hacés acá? Ella lo mira y le contesta: Vos, ¿qué haces acá?! El pibe le muestra el tatuaje y le dice: Mirá, este me lo hice por vos (el nombre de la chica en la panza bien grande). La chica lo mira y le dice: ¿vos sos pelotudo?, si ya cortamos y ¡No quiero saber nada mas con vos!”, relató el tatuador entre risas.

Y añadió: “Él quería volver con ella y ella, no. No hay que tatuarse nombres de la pareja, es mala suerte”.

 

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Tattoo Planet / av. Carcano 188 / 3541 218938 / Villa Carlos Paz / Córdoba / Argentina #tattoo #estudio #tatuajes #argentina🇦🇷 #córdoba#tattooplanetargentina

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La magia del tatuaje

Jorge Luis tiene su propia familia y sus dos hijos, uno de 7 y otro de 3 años, dibujan todos los días. “El más grande ya me dijo que quiere ser tatuador. La vida dirá, lo que quiera hacer, hará. Yo estudié publicidad, me recibí, pero seguí tatuando”, expresó.

Por último, el tatuador comentó que la magia del tatuaje continúa incluso en tiempos de pandemia. En su local se cumplen con todos los protocolos de seguridad, y éste no solo cuenta con la habilitación del Municipio, sino del ministerio de Salud de la Provincia.

“Al cliente se le hace firmar un consentimiento, se toma la temperatura. Solo se permite el ingreso de la persona a tatuarse dentro del local y con barbijo. Se desinfecta todo antes y después del tatuaje con una lámpara de ozono que mata cualquier virus”, aseguró Jorge Luis, a quien se lo ve satisfecho por sostener su trabajo en el tiempo y disfrutarlo todos los días.