Ezequiel y Valentina Zingoni, mellizos bomberos de Carlos Paz.

Valentina y Ezequiel Zingoni son dos mellizos carlospacenses que asumieron en forma conjunta la misión de formarse como bomberos voluntarios y hoy, hace dos años, desempeñan la loable tarea en el Cuerpo de Bomberos de la ciudad.

Con solo 22 años y una notable vocación de servicio, combatieron los últimos incendios producidos en la provincia, junto a colegas de diferentes jurisdicciones, dentro del territorio provincial. Trabajaron en el incendio de Santa María de Punilla, Tanti, en el de Ongamira. Según relataron, en este último lugar fueron dos días de intenso trabajo y finalmente prestaron servicios en el foco producido en el Pan de Azúcar, Cosquín.

“Nos egresamos junto a mi hermano en el Cuartel de bomberos de Villa Carlos Paz, en el 2018. Decidí ser bombera porque siempre me gustó hacer algo con mi tiempo que no sea solo para mí, sino para ayudar a los demás”, contó Valentina en conversación con Carlos Paz Vivo!

La joven se recibió además hace algunas semanas de paramédica, es voluntaria en la Cruz Roja Argentina, filia Córdoba, y está estudiando segundo año de la Licenciatura en Enfermería en la UNC.

Por su parte, Ezequiel, además de ser Bombero, se prepara para ingresar a la Armada Argentina, a la Escuela de oficiales de la Marina. Aseguró que por iniciativa de su hermana, él decidió seguir sus pasos. Así fue como en un año aprendieron lo básico para combatir incendios, primeros auxilios y sobre rescate vehicular, entre otras cosas.

“Me  entusiasmó la idea de poder ayudar a las personas con abnegación y compromiso, ya que es algo voluntario y lo más importante es prestar servicio y estar para la comunidad. Desde chico,  cada vez que pasaba una unidad, me daba curiosidad lo que hacía un bombero. Por eso, cuando mi hermana me contó, me sumé”, manifestó el joven.

Motivaciones

Para Valentina, “poder estar cuando las personas lo necesitan en momentos críticos, darles contención o una alegría”, son las principales motivaciones para ser bombera.

“Si bien Carlos Paz no fue epicentro de los últimos incendios, colaboramos en las situaciones donde necesitaron refuerzos, porque la situación era grave”, comentó Valentina.

Lo que más marcó a la bombera en los incendios producidos los últimos días, fue la solidaridad y el agradecimiento de la gente. “En Ongamira nos llevaban agua, nos preguntaban cómo estábamos todo el tiempo, nos hacían sentir bien. La fuerza que nos faltaba en el cuerpo, nos la daban ellos con la forma de tratarnos y agradecernos. Eso es lo que me queda en todos los incendios a los que voy”, relató la joven.

La experiencia que más recuerda Ezequiel como bombero, fue su primera alarma. “Fue un paro cardiorrespiratorio de una persona que se encontraba en la casilla de turismo, al frente de la municipalidad de la ciudad. Estaba recién recibido y me impactó el hecho, me quedó marcado, pero luego te vas a acostumbrando a ese tipo de situaciones”.

Luego, el joven admitió que lo que más le gusta como bombero, es ayudar a extinguir los incendios forestales.

El fuego y sus consecuencias

En relación a cómo es la experiencia de trabajar para extinguir un incendio, Valentina aseguró: “Ver cómo se quemó el bosque nativo daba muchísima tristeza. Es importante que la gente que aún no lo ha hecho, tome conciencia de lo que se pierde en cada incendio. Nosotros en los incendios vemos cómo los animales intentan luchar por su vida, se queman campos, el trabajo de toda la vida de las personas. Hay quienes todavía no ven esto, no lo toman como algo importante y realmente es mucho lo que perdemos por acciones intencionales o de descuido del hombre”.

Sobre el tema, Ezequiel sostuvo: “Se quemaron miles de hectáreas en Córdoba y la verdad estos últimos incendios se vivieron con mucha tensión e incertidumbre. Surgían nuevos incendios en todos lados, por suerte no en Carlos Paz, pero también tuvimos temor, y colaboramos en todos los lugares que nos convocaron para ayudar a detener el fuego”.

Por último, el joven se animó a incentivar a las personas que como él y su hermana sienten la vocación de ser bomberos. “No pierdan tiempo y estudien. Si lo quieren hacer, lo hacen. Conocés a buenos compañeros, muy buenas personas que desean colaborar con la sociedad. Te llena ayudar, estar ahí. La experiencia es inolvidable, es una familia. Aunque hay que entender los riesgos, el cuartel es como una segunda familia”, aseveró.

Como bomberos, los hermanos también hacen tareas de concientización en la población a través de folletos y charlas con la gente en los barrios, sobre todo en temporada seca, de posibles incendios.