La aventura de llegar en auto a dejar o buscar un niño o un adolescente de cualquier colegio de la ciudad puede volverse algo parecido a una pesadilla. Y no es exagerado decirlo.

Este lunes, minutos después de las 7, una estudiante de 5° año del Instituto Remedios de Escalada de San Martín sufrió contusiones leves al ser embestida por un automóvil en la puerta del colegio. El vehículo era conducido por un padre de otro alumno del establecimiento que se bajó, constató que todo estuviera bien y se puso a disposición de las autoridades de la escuela por cualquier inconveniente que surgiera. La adolescente fue retirada del colegio por sus padres y sólo sufrió una contusión. Este martes concurrió a clases.

El hecho en sí parece menor pero la preocupación es creciente en las autoridades escolares por el descontrol que se produce en las arterias que conducen a los establecimientos porque los padres no tienen reparos en estacionar en cualquier lugar, en dos y hasta tres filas, y la oscuridad de las mañanas colabora para que el problema sea aún mayor.

La queja apunta al operativo blanco que se da en algunos sectores y generalmente a la salida de los chicos de los colegios.

Sin embargo, la tarea de concientizar a los papás, que parece que quisieran entrar con sus autos a las aulas, se hace muy difícil.