El Xeneixe ganó 4-1 en los penales tras un chato partido en los 90 minutos. Agustín Rossi atajó uno de los penales para el ganador que ahora enfrentará a Patronato.

Como en todos los últimos superclásicos, en pleno partido la propuesta de Boca predominó a la del juego fluido y constante del equipo de Gallardo. Russo pudo festejar, por penales, porque en el tiempo reglamentario, sus dirigidos no patearon al arco de Armani.

‘Así es el fútbol’, dirán algunos. Rossi se encargó de detener el penal de Julián Álvarez y también Romero falló el suyo. Así, Izquierdoz (reivindicándose del fallado en Brasil ante Mineiro) cambio por gol su remate y celebró el mundo Boca.

Ahora, Patronato será el rival de cuartos de final para el Xeneixe.