Durante 2018, la tasa de sífilis congénita descendió de 7,7 a 2,8 cada mil nacidos vivos. Esto representa una baja de casi 5 puntos con respecto a 2017; año en el que se produjo un pico en los casos y que alertó al sistema de salud para intervenir de manera más intensiva. Esta tasa es inclusive más baja que la de 2016, previo al pico, que fue de 3.8.

Además, se redujeron los fallecimientos por esta causa, ya que en 2017 hubo 12 muertes de bebés por sífilis congénita y en 2018 la cifra bajó a 4.

Desde la Provincia, señalaron que estos resultados se vinculan a una serie de estrategias que se implementaron desde el Ministerio de Salud para abordar este tema, surgidas de la Sala de Situación sobre transmisión materno infantil de VIH, sífilis, hepatitis B y Chagas congénito generada para tal fin.

“La Sala de Situación sobre TMI nos permitió trabajar intersectorialmente, centralizar los datos y tener información de calidad para la toma de decisiones, generar nuevas estrategias de prevención y de accesibilidad al diagnóstico y tratamiento, reforzar la capacitación y sensibilizar a los equipos de salud. Los primeros resultados son alentadores, pero tenemos que seguir trabajando”, expresó Analía Cudolá, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud.

Por su parte, el ministro de Salud Francisco Fortuna, manifestó: “Frente a una situación que nos alertó, se diseñó una respuesta sanitaria integral. Fue muy valioso poner los datos sobre la mesa, preguntarnos cómo podíamos mejorar y tomar las decisiones necesarias para lograrlo”.