No hay rincón del teatro que no esté siendo parte de la Puesta en Valor y Actualización Tecnológica, un ambicioso plan de trabajo que alcanza a todas las dependencias del coliseo que diseñó el célebre arquitecto italiano Francisco Tamburini.

Al quitarle a las pinturas las capas de suciedad acumulada a lo largo de los años, los colores originales recobran su intensidad y el conjunto decorativo adquiere otra valoración. La coordinación de la restauración en cielorrasos está a cargo de un equipo que coordina la restauradora Cristina Lancellotti.

De izquierda a derecha, antes y después de la limpieza.

Cientos de trabajadores de la construcción, electricistas, arquitectos y restauradores de bienes culturales han tomado a este lugar como su casa desde hace varios meses, cuando comenzaron a ejecutarse los trabajos que deben estar listos para recibir aquí al VIII  Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) en marzo de 2019.

Ultimando los detalles de la restauración.

Los motivos pictóricos brotaron del genio creador del artista plástico italiano Arturo Nembrini Gonzaga, pero seguramente fueron hechos con la ayuda de aprendices. En ese entonces, existía en Córdoba el Aula Académica de la Concepción, creada en 1857, para la enseñanza del dibujo.

Las restauradoras trabajan sobre la pintura del vestíbulo.

El Teatro del Libertador General San Martín, inaugurado en 1891, debe tomarse como un conjunto integrado que exalta las artes y la cultura, dos valores sociales de aquel tiempo ya que representaba el abandono de un tiempo de barbarie con la organización del Estado Nacional. Muy cerca del coliseo se levantan la Academia Nacional de Ciencias y el vecino Colegio José Vicente de Olmos.

Cielorraso con los retratos Mozart, Verdi, Rossini y Meyerbeer.

Las pinturas de Arturo Nembrini Gonzaga también decoran los cielorrasos del Banco de la Provincia de Córdoba (1873), ubicad0 en calle San Jerónimo 110. El edificio es sede del Museo Arquitecto Francisco Tamburini.

Fuente: Clásica Córdoba.