Cuando todavía los medios especializados se estaban ocupando de completar la biografía de William Hurt a días de su muerte, un verdadero tsunami de denuncias se ocupó de recordarle al mundo que el actor que estaban elogiando y cuya desaparición lamentaban, fue siempre un golpeador que zafó de la cárcel porque hubo una época en la que castigar a la propia mujer era un tema que apenas tenía la relevancia de un incidente doméstico.

La escritora Donna Kaz que fue pareja de Hurt entre 1977 y 1980 no soportó de buen grado que los medios sólo se refirieran a la calidad actoral del ganador del Oscar por “El beso de la mujer araña”. Por eso optó por enviar una carta abierta a la revista Variety para que la gente recordara que ese intérprete sensible y convincente la había mandado al hospital, sin ninguna consecuencia visible para él.

“Bill me golpeaba y golpeaba. Y seguido de lágrimas, llegaban las disculpas y me ofrecía regalos caros” aseguró Donna, y añadió “no quiero arrepentirme nunca de escribir sobre mis experiencias , porque alguien me juzgará por hacerlo sólo para promocionar mi propio trabajo.

“Si uno se pregunta cómo una intelectual que tenía a su disposición todas las herramientas para denunciar nunca dijo nada, comprende que la violencia de género tiene características particulares que atraviesan horizontalmente la sociedad y las clases sociales”, sostuvo la escritora que después de muchos años logró admitir que ella era una víctima .

Lo “descubrió” gracias al trabajo solidario que realizaba como voluntaria en una línea telefónica de atención a mujeres golpeadas. Dice que su cabeza hizo un click cuando una de esas personas se declaró “sobreviviente”. Recién ahí estuvo lista para advertir que ella también lo era y que tenía que comentarlo al resto del mundo.

La de Kaz no es siquiera la peor de las denuncias contra Hurt. Sandra Jennings, madre de uno de los hijos del actor fallecido el pasado 13 de marzo, contó que a ella la golpeó cinco días después de dar a luz. “Todo el tiempo abusaba de mí física y verbalmente” comentó.

Marlee Matlin, la coprotagonista de “Te amaré en silencio” acusó a William Hurt de haberla violado. En un libro que publicó hace más de 10 años narró que el llegó borracho y “lo siguiente que supe fue que me había sacado de la cama, gritándome y sacudiéndome .Estaba asustada y llorando. Luego me arrojó sobre la cama y comenzó a arrancarme la ropa”.

A pesar de la acumulación de denuncias, Hurt gozó siempre de gran prestigio.Uno de sus biógrafos lo despidió con estas palabras . “ Cada una de las películas que marcó a fuego su carrera estuvo ahí para dejar constancia de la posibilidad de lo distinto, de la certeza de lo sublime, de la rareza de lo único”.

Fuente: Cadena 3.