El último informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina) reveló que hay más de 4,2 millones de chicos con problemas de alimentación en la Argentina. Aumentó la ayuda del Estado pero la pobreza infantil no baja.

Los niveles de pobreza monetaria entre los niños de 0 y 17 años es del 61,6% y llega así a 8,2 millones de menores.

No sólo esto: la situación de inseguridad alimentaria afecta a más del 30% de los menores y de esta manera hoy hay más 4,2 millones de menores que tienen problemas para comer en la Argentina.

La ayuda del Estado no alcanza

El último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Argentina de la Universidad Católica (UCA) que lleva como título “Retorno a la senda de privaciones que signan a la infancia”, revela además en el último año hubo un incremento sustancial de la ayuda social en términos de programas como la Tarjeta Alimentar, la AUH o los comedores escolares (fue del 48,2% en 2021 al 49,8% en el 2022) pero con todo eso la pobreza en los menores no ha bajado. Por el contrario, se evidencias casos extremos de pobreza infantil en el Gran Buenos Aires del 57,4%, en el NEA del país del 57,1%, en Cuyo del 53,4%y en el NOA del 54%.

Ayuda social y pobreza

“La ayuda social crece y sobretodo en sectores medios. Pero la pobreza no disminuye sustancialmente. Esto habla de una clase media cada vez más empobrecidadonde los primeros afectados son los niños, los nuevos pobres que aparecen”, señaló la coordinadora de la investigación de la UCAIanina Tuñon.

La situación de inseguridad alimentaria es otro de los fenómenos altamente alarmantes. Si bien ha mermado tras la crisis social del COVID-19 aún así afecta a más del 30% de los chicos en 2022, y la cobertura alimentaria directa e indirecta se ha incrementado de modo relevante y en particular en las infancias de clase media baja que también han sido afectadas por la pobreza monetaria.

 Un total de 1,6 millones de niños y niñas padecen hambre severa, pero en total,  unos 4,2 millones de chicos que tiene problemas para comer.

Tuñon evaluó en este sentido que la ayuda social no logra frenar la pobreza ya que los índices de inflación le ganan al bolsillo de las familias de clase media y sectores bajos. Así, la coordinadora del informe de la UCA reveló que “la infancia es una oportunidad para mirar los problemas sociales y la pobreza que no ha bajado”.

Alimentación, una deuda pendiente

Los datos construidos, indican, que el derecho a la alimentación de los menores en el país es una deuda pendiente cuyo balance general es negativo. En efecto, entre 2010 y 2022, la situación de inseguridad alimentaria se incrementó un 44%, sin embargo, el mayor deterioro se registra en los últimos cinco años.

Se registra el peor momento de la serie en plena pandemia del 2020 llegando al 37,2%. Y, si bien en los últimos dos años postpandemia se registra una mejora los niveles de privación alimentaria afectan a un tercio de la población de niños en el segundo semestre del 2022.

Salud y prevención

El informe de la UCA destacó que los indicadores de déficit en la atención preventiva de la saludde niños sanos han mejorado tras el período de pandemia. En el caso del déficit de los controles de salud se ha retornado a los valores prepandemia (18,4%), y en el caso de los controles de la salud bucal se mantienen niveles algo por encima de los observados en la prepandemia (44,9%).

Así, mientras que la merma del déficit fue similar por estratos sociales en el caso de los controles de salud, en el caso de la salud odontológica se advierte un incremento significativo de la desigualdad social (pasa de 23,3pp en 2021 a 28,8 pp en 2022). Es decir, que los menores de las clases medias altas han retornado más rápidamente a los controles de la salud bucal que los más vulnerables.

El déficit de atención se eleva por encima del promedio en la adolescencia, a medida que desciende el estrato socioeconómico y en la población del Conurbano Bonaerense. La atención de la salud odontológica es un claro problema que de modo progresivo ha empeorado alcanzando sus máximos niveles de déficit en la pandemia donde el 65% de los chicos de entre 3 y 17 años no consultaron por su salud bucal.

Dato alentador

Hay un dato alentador en medio de tantas cifras alarmantes. Entre los niños de entre 5 y 17 años se registra una merma del déficit en la inactividad física (chicos/as que no realizan deportes ni actividad física no escolar), alcanzando en 2022 al 53,3%.

No obstante, dicha merma se registra con un incremento de la desigualdad social que pasa de 13,2 pp en 2020 a 28 pp en 2022. Así, el informe alertó que al momento de la medición, segundo semestre de 2022, se advierte una correlación positiva con la AUHque permite conjeturar un impacto positivo del programa “Hay equipo” Ministerio de Turismo y Deportes, el Ministerio de Salud y la ANSES. Se trata de un dato alentador que será relevante evaluar en el mediano plazo.

Leé el informe completo, acá.