Empezó poco antes de la pandemia, pero se masificó en los últimos años; llegó a atender a 40 mil personas.

Segun informa MDZ ONLINE, el foco de la entrada de una casa se quema y su dueño no puede cambiarlo. No por falta de dinero ni por imposibilidad de conseguir otro, simplemente porque no puede. Cada día al llegar a su casa, esa luz no enciende y la frustración lo envuelve, pero el foco seguirá quemado hasta que otro lo resuelva o hasta que un día logre hacerlo sólo. El protagonista de esa escena no es alguien perezoso, es alguien que atraviesa problemas de salud mental que atentan contra su bienestar y le impiden tener una vida que para él valga la pena ser vivida.

Las crisis pueden ser imperceptibles, aparecer con signos como un foco quemado que no se puede cambiar, o crecer y devorarse al que las padece. Ansiedad, depresión, desregulación emocional, pánico son algunas de las caras afecciones psicológicas y psiquiátricas que atacan en silencio, en la individualidad aunque constituyen un problema colectivo.

A veces, el primer paso para salir de ese malestar puede ser la escucha activa y presente. La compañía de un agente capaz de tender red. De eso se ocupa la Fundación Aquí Estoy Chat, un grupo de voluntarios que a través de una línea de Whatsapp atiende a personas en situación de vulnerabilidad emocional y persigue tres objetivos: el primero, brindarle un espacio de calma y seguridad a la persona que contacta; el segundo, que la persona logre aceptar las emociones que surgen de lo que está viviendo y pueda conectar con ellas; y el tercero, que pueda, mediante la conversación, sentir esperanza por descubrir que existen caminos para seguir en adelante que pueden ser de ayuda para mejorar su situación de vida.

A los 37 años Juan Pablo Villani, Licenciado en Administración de Empresas, counselor y emprendedor tecnológico, es uno de los nombres detrás de este desarrollo que asiste a tantas personas. En 2022, con 150 voluntarios, se le dio escucha a 40 mil. Una crisis personal, una separación de la madre de su hija y un cuestionamiento acerca de su carrera profesional llevaron a Juan Pablo a meterse de lleno a desarrollar algo que tuviera como pilar la empatía, según destaca el mencionado medio.

“Me preocupaba y me molestaba muchísimo que hubiera mucha gente con ganas de brindar su escucha, su contención emocional al menos unas horas al día y que no hubiera tecnología que uniera puntas de personas que se sintieran tristes, que estén en una situación difícil. Por otro lado, quería que quienes están mal tuvieran esa posibilidad de hablar con personas que estén disponibles para ellos con algún entrenamiento e información para recibir una escucha humana, o lo que llamamos la primera ayuda psicológica”, detalla.

Él se describe como alguien que tiene “una fe ciega en el impacto que tiene la escucha, principalmente en un momento de mucho estrés, dolor y ansiedad”. Destaca que “finalmente salva vidas”. Se basa en la evidencia de las conversaciones que registran en Aquí Estoy donde todos los días escribe un 15% de personas con ideación suicida.

“El cambio entre cómo empiezan y cómo terminan es increíble. Y el punto es ese, estar en el momento previo a una decisión que puede ser drástica para las vidas”, relata.

Aunque lo más grave es el suicidio, por su carácter de irreversible, entre las preocupaciones que angustian a la gente hay otras cosas como separaciones, situaciones de violencia, abuso, desempleo, conflictos interpersonales o relaciones de pareja o sexo afectivas, entre otras.

“La escucha humana es un privilegio”

Uno de los mayores problemas para Juan Pablo es que la salud mental sea inaccesible para la mayoría. “Los que pueden pagar son quienes tienen una situación económica acomodada, entonces terminamos concluyendo que la escucha humana profesional o formada es un privilegio y no un derecho. Debería serlo sin necesidad de tener una patología o trastorno, sólo por una situación vital como que se murió alguien, nos separamos o estamos ante un examen y nos da mucha ansiedad, lo que sea. Necesitamos ese espacio. Nos moviliza el acceso a la escucha humana, que debería ser un derecho universal y no algo que se logre pagando”, afirma Juan Pablo quien dice: “elegimos y creemos que lo que necesitamos es presencia”.

Por eso, desde la fundación buscan ser “ese espacio, ese rincón de contención emocional para cualquier persona que sufra soledad”. Aunque no importa la edad, su rango etario fuerte es el que está comprendido entre los 18 y los 39 años. Esto ocurre, en gran parte, porque Tiktok es el canal de conversación más popular que tienen.

Los jóvenes y la soledad

Desde Aquí Estoy Chat detectan en la población joven una fuerte presencia de la soledad como problemática que se acrecentó en la pandemia. “La generación de entre los 18 y los 39 años vive con mucha ansiedad, mucha depresión, mucha presión, mucha confusión y mucha competitividad en un mundo de cada vez más aislamiento e individualismo, en donde todo se vuelve cada vez más necesario. Al final hay una sobrecarga de cosas sumado a la gran estimulación que tenemos hoy a través de las redes sociales, que nos hace perdernos y marearnos”, remarca Juan Pablo.

Cómo funciona Aquí Estoy Chat

Según destaca MDZ ONLINE, Cualquier persona que está pasando por un momento difícil, una situación dolorosa y no tiene con quien desahogarse en ese momento tiene una línea de WhatsApp (+54 9 11 5199-3599) a la que puede escribir. Por texto conversa durante una hora con una persona que está disponible para acompañarlo.

Quienes responden no son psicólogos. Podrían serlo, pero no es requisito que el oyente tenga una formación estricta y formal. Sin embargo, para ser voluntario de la fundación se debe pasar por una formación en escucha humana y empática que debe aprobarse con una evaluación en vivo a través de la que se valida la capacidad de contención de acuerdo a los criterios de empatía y contención establecidos de acuerdo a las líneas humanistas de Carl Rogers, psicólogo humanista, y Marshall Rosemberg, quien desarrolló el modelo de Comunicación No Violenta.

Todo eso es supervisado por Counselors, que acompañan a los voluntarios ante cualquier duda y para que la conversación siga los criterios establecidos.

 

 

Fuente y foto: MDZ ONLINE