PhoTortul 2308
“Amor a la Cacerola”
Barrio La Quinta – V.C.Paz
Noviembre de 2021
Presentado por: Multimarket

Esto no es ‘Amor en París’, tampoco ‘Venecia sin ti’… ni siquiera ‘Amor a la Mejicana’… no, no, no.

Es Amor a la cacerola.

O mejor digo: una historia de amor que nació en el Balneario ‘La Cacerola’, en el Río San Antonio.

Se trata de la ‘Love Story’ de Valeria Paternó y Pablo Cavallaro, una #ParejaInoxidable que nació en este enclave serrano, a pocas cuadras del centro de Carlos Paz y que encierra un furcio en su nomenclatura, que con los años… ya se hizo oficial.

Resulta que Pablito, junto a su amigo Carlitos Monti, eran ‘bañeros’ (aún se les decía así) por la zona del balneario ‘La Hoya‘.

A fines de los 80s. todavía La Hoya era un sitio que generaba pánico a la par del ‘Hombre de la Bolsa’, ‘El Cuco’… o ‘Narciso Ibáñez Menta’.

Pablo y Carlos trabajaban allí. Al ser luego trasladados unos 300 metros río arriba para fundar otro puesto de vigilancia, ellos pensaron inocentemente:
Si aquel se llama ‘La Olla‘… ‘La Cacerola‘ puede ser un buen nombre para este“.

Error de gramática de tercer año, diría ‘La Verdú‘.

Porque ‘Hoya’ (un hoyo u hoquedad profunda en una corriente de agua) suena igual a ‘Olla’ (dicese del enser de cocina) pero no es lo mismo.

No importa. Hoy conviven en los carteles oficiales de La Muni tanto ‘La Hoya’, como ‘La Cacerola’… junto con ‘Tortuguitas’, ‘El Fantasio’… ‘El Sapo’ y otros.

Pero basta de balnearios.
Vamos al amor que siempre es más fuerte.

Aquí se conocieron.

El está ahí, sobre la piedra, como guardavidas, recio, duro, fachero, aún con flequillo al viento… bronceado y con ese shorcito rojo auspiciado por Molino Rojo.

Ella está abajo, en la arena, bella, bronceada, ¿aburrida?!?… con la bikini de onda y esas cosas que llevan las chicas en su bolsito de playa.

Y pasó lo que tenía que pasar.
Se miraron.
Se vieron.
Se ignoraron.
Se volvieron a ver.
Se hablaron.

Algo me contaron, en video… pero con matices diferentes. Por ahora me los guardo. Si hasta el hermano de Vale le dijo:
Ojo con los bañeros que son bravos“. (o algo así)

Pero el amor es más fuerte. Ya lo dijo Tanguito.

Así que los cité aquí, casi 3 décadas después, para unas fotos de ocasión y para un relato de época. Cayeron en la moto enduro, como dos jóvenes tortolitos eternamente enamorados e inmortales.

Llevan una buena cosecha de giros al sol juntos.
Tras 14 meses de noviazgo, se casaron el 9 de abril de 1994, fecha que recuerdo con cariño ya que inmortalicé ese acto de compromiso, amor y fe, con mi cámara, a orillas del lago, donde ahora está el parque de la costa, con Don Cavallaro y mamá Rebeca bendiciendo la unión. Y el sol que se hundía en el San Roque.

Comieron perdices… y llegaron los hijos: Ramiro primero, más de un año después, así nadie saca cuentas raras. Luego Rocío, Joaquín… y la benjamina Maria José.

La última entrevista que hice con este atleta carlospazonzo fue en su legendario Gym, en calle Pellegrini, que manejó 29 años y medio… desde la trágica inundación de enero del 1992, con el agua adentro, hasta la maldita pandemia china reciente.

Hoy, donde el profe Pablo hacía sudar la carne de sus alumnos y clientes… hay una carnicería.
Pablo ahora está feliz, transpirando (y haciendo transpirar a los otros) en la montaña.

Tiene Alma de Montaña.
La remera de Vale dice eso.
La remera XXL que me regalan también.

Me la calzo orgulloso porque, si bien lo mío no es transpirar, también amo las sierras, a mi modo, con mis camaritas.

Pablito, definime ‘Alma de Montaña‘:

“Es mi estilo de vida y la gente que entrena conmigo sabe de que se trata: deporte… salud… aire libre… naturaleza… amistad…”

Valeria lo mira y asiente… acompaña… apoya. Siempre juntos a la par.

Ya miramos para atrás en esta historia y evocamos cosas bellas.
Hay recuerdos tristes también. Vale menciona las pesadillas constantes de su ‘guardavidas’ favorito cuando se despertaba en medio de la noche, por una desgracia infantil en la que le tocó actuar, en este sector, y que tuvo un final trágico. También es amarga su desvinculación del Cuerpo de Guardavidas, muchos años atrás, por culpa de un triste burócrata de turno, que ni vale la pena nombrar.

Le costó años pasar por este sector, cercano a su casa familiar, sin mirar.

Hoy lo hizo, ante mi pedido.
A mi no me pudo decir no.
Así nos encontramos aquí y la pasamos bien. Reímos con ganas de todo y compartimos anécdotas con los actuales guardavidas, los hermanitos García Bustos, que no conocían la historia de La Cacerola, pero si sabían de algunos logros ‘gremiales’ de Cavallaro, en cuanto a derechos y beneficios para este trabajo tan importante en los veranos de la Villa.

Pasado, las fotos de hoy… ¿y futuro?!?

La próxima meta de Pablo, que es de la Familia Cavallaro toda, es el Mundial de XCO Master (mayores de 35 años) en Villa La Angostura en abril 2022.
Esa es su meta como atleta y espera con ansias que el diablo chino no vuelva a pinchar con su cola.

Fin de nota.
Me cargan por la remera aunque siento que me queda tallada al cuerpo, se saludan con los bañeros ‘Temporada 2022’, se ponen los cascos… se suben a la enduro… y parten como dos tortolitos.

Me quedo solo con mi cámara.
Tengo la malla puesta.
Miro La Cacerola con apenas 30 centímetros de agua.
Miro Río abajo a La Hoya, que metía miedo en mis años mozos y ahora es un estanque manso.

¿Y si me meto?!?
Total, hay bañeros por las dudas.

Y si… este posteo de amor, con aroma a Sapolán Ferrini y con Alma de Montaña… continuará…

#ParejasInoxidables
#Vale&Pablo
#HistoriasDeAmor