Por unanimidad, la Cámara Novena del Crimen de Córdoba resolvió absolver a los tres imputados del doble crimen de Bialet Massé, ocurrido en agosto de 2019, en un barrio de la periferia de la ciudad.
Así, el asesinato de la pareja que conformaban Walter Enrique Reist (54) y Elena Edith Gómez (53) quedó impune hasta tanto se investiguen otras pistas en relación al caso. Tanto la Fiscalía como la querella habían pedido la pena de prisión perpetua.
Gonzalo Ortiz Lenardón, abogado de uno de los imputados junto a Daniel Mazzoccone, le dijo a Carlos Paz Vivo que los tres principales imputados salieron absueltos del delito que se les inculpaba: doble homicidio calificado por el uso de arma de fuego y alevosía. Se trata de Maximiliano Oliva, Gustavo Carraro y Franco López.
“Nuestro cliente es Maximiliano Oliva, y se lo acusaba de haber ingresado al domicilio de la familia el 6 de agosto de 2019 para robarles dinero y para que no los identificaran los asesinaron. Esa era la acusación”, expresó el letrado.
Luego afirmó que luego de ocho audiencias que demandaron un mes de juicio, los acusados salieron absueltos porque no se pudo demostrar su culpabilidad en el hecho.
“Pudimos demostrar las contradicciones que había en las pruebas. Había dos testimonios muy importantes, una prueba que ofrecimos, después de un trabajo muy bueno de Policía Judicial, con un relevamiento con fotos y videos, imágenes satelitales, donde de alguna manera se pudo determinar que lo que decía uno de los testigos claves era imposible que se de y que los haya visto a los acusados”, remarcó Ortiz Lenardón.
Y agregó: ” Se marcaron las contradicciones y algo que quedó en evidencia es la muy mala investigación que hizo la Fiscalía de Cosquín, y el apriete que hicieron los policías”.
El letrado afirmó que en el veredicto se plasmó esta situación. “En uno de los puntos del veredicto se ordena que la Fiscalía General de la Provincia de Córdoba designe a un nuevo fiscal para investigar quiénes cometieron este delito y, en segundo lugar, se investigue si hubo delitos en la investigación que llevó a la imputación de estas tres personas”.
Por otro lado, remarcó que “no se pudo encontrar la supuesta arma homicida, no se pudo determinar ni siquiera qué les habían robado”.
La única condena que sí se dictó fue la de un panadero de la zona, Matías Arrieta, que fue encontrado culpable del delito de falso testimonio y le dictaron 1 año y medio de prisión en suspenso.