El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, falleció este martes a los 89 años, tras atravesar una larga lucha contra el cáncer.
La noticia fue confirmada por el presidente uruguayo Yamandú Orsi, quien expresó su pesar en redes sociales: “Te vamos a extrañar mucho, viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, escribió, junto a una imagen de luto.
Integrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Mujica vivió en la clandestinidad desde fines de los años 60 y participó en la histórica fuga de 111 presos políticos en 1971. Fue detenido durante la dictadura cívico-militar y pasó 14 años en prisión, la mayoría en condiciones inhumanas y aislamiento total. Esa experiencia marcó profundamente su pensamiento.
Con la amnistía de 1985, se integró al sistema democrático y comenzó una nueva etapa como dirigente político. En 1995, se convirtió en el primer tupamaro en llegar al Congreso. Diez años más tarde fue designado ministro de Ganadería y en 2009 ganó las elecciones presidenciales como figura central del Frente Amplio, derrotando a Luis Lacalle Pou.
Durante su mandato (2010–2015), Mujica gobernó desde una pequeña chacra en las afueras de Montevideo, donde vivía con su esposa, la también exsenadora Lucía Topolansky. Rechazó mudarse a la residencia presidencial y donaba el 90% de su sueldo a causas sociales, lo que le valió el título de “el presidente más pobre del mundo”.
Su estilo directo, su lenguaje sencillo y su coherencia entre discurso y vida lo convirtieron en un fenómeno mundial. Defensor del anticonsumo, impulsó medidas progresistas como la regulación del mercado de marihuana, el matrimonio igualitario y el acogimiento de refugiados sirios.
Retiro, enfermedad y despedida
En 2020, Mujica se retiró de la vida política activa. Renunció al Senado citando razones de salud y filosofía de vida. En su despedida, dejó una de sus frases más recordadas: “En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. El odio nos destruye”.
En abril de 2024 reveló públicamente que padecía un tumor en el esófago y que, debido a su condición crónica de inmunosupresión, no se sometería a tratamientos agresivos. Lo enfrentó con su habitual mezcla de serenidad y humor negro: “Esta vez me parece que la parca viene con guadaña”, dijo.
Su esposa había informado días atrás que no pudo votar en las elecciones departamentales por recomendación médica. El desenlace llegó este martes y su despedida vino a través del posteo del actual mandatario uruguayo.