Ayer, 8 de mayo, se cumplieron 15 años de la tragedia del avión Piper Navajo que se estrelló a metros del aeropuerto Ambrosio Taravella, en la ciudad de Córdoba, lo que dejó un saldo de seis muertos y tres heridos.
La aeronave trasladaba a integrantes del equipo de competición de autos Toyota Team desde la ciudad de San Juan, donde el corredor Nicolás Vuyovich acababa de ganar una carrera de TC 2000.
Fallecieron David Reynoso (piloto del Piper Navajo), el corredor Vuyovich, el copiloto Mario Corti (jefe del equipo Toyota), Gustavo Ramonda, su hijo David (7) y su socio Hugo Suárez.
Sobrevivieron el periodista Rodolfo Butta que trabajaba para Toyota, Joaquín Palacios (14), sobrino de Ramonda y el carlospacense por adopción, el fotógrafo Fabrizio Nicollier.
Este último fue quien ayer recordó en redes sociales la tragedia, compartiendo fotos previas al hecho, que tras el juicio, se confirmó se produjo por una antena mal ubicada, que actuó como arma letal para el avión que volaba a baja altura, bajo una lluvia torrencial.
El mensaje de Nicollier
“Un día como hoy, hace ya 15 años literalmente volví a nacer, los más creyentes se lo atribuyen a su Dios,otros más escépticos al destino, pero por una cuestión de respeto simplemente prefiero decir que tuve mucha suerte , pero aquella tarde/noche con llovizna , frío y mucha niebla , a las 19:27 hs, seis de los nueve personas que veníamos de la ciudad de San Juan”, expresó Fabrizio Nicollier, en redes sociales.
Luego, manifestó su gratitud a todo aquel que permitió que hoy esté con vida. “Gracias a los que nos rescataron , gracias a quien me saco del avión , gracias por las palabras de aliento que me iban transmitiendo dentro de la ambulancia rumbo al Hospital de Urgencias Córdoba , al equipo médico que me recibió y me curo , gracias a todo el Sanatorio Allende que me acobijó , a sus enfermeras , radiólogos , terapistas , equipo médicos del enorme “Guli” , Guillermo Allende, y sus pasantes , psicólogos … y a todos mis amigos médicos y especialistas que siempre están ahí para cualquier consulta que les realice”.
Fe y agradecimiento
En conversación con Carlos Paz Vivo!, Fabrizio, que hoy se sigue desempeñando como fotógrafo y editor, con una infinidad de proyectos y emprendimientos independientes, comentó sobre la tragedia: “En lo personal, cada año, me siento muy triste por los que se fueron incluso por la vida truncada de un niño de 7 años. Conocí gente hermosa que ya no está. Y después, un evento así te pone más sensible. Además ya tengo 50 años”.
Y agregó: “Psicológicamente, al principio pensé que no me había afectado en nada, que eran solo molestias o lesionas físicas, pero con la edad fueron apareciendo otras cosas como por ejemplo cataratas en los ojos causadas por estrés y no por la edad, producto del impacto de lo vivido. Y así varias cosas. Luego comencé con ataques de pánico, también porque enfermaron amigos míos de cáncer y fallecieron. Esa impotencia de no poder dar una mano en ese tipo de cuestiones. Después aprendí a controlarlo”.
Sin embargo, Fabrizio asegura ser muy optimista. “Siempre le doy para adelante para seguir viviendo. Yo tuve la oportunidad de continuar mi vida, ver a mis hijas crecer que al momento del accidente eran muy pequeñas, y mi mujer, muy joven. Por eso no tengo más que palabras de agradecimiento”.
Además, el hombre contó es muy creyente, muy católico. “En una época fui muy practicante, en otras no, soy amigo de sacerdotes con los cuales hablamos periódicamente y tuve experiencias muy interesantes respecto a lo espiritual, que me sorprendieron y me fortalecieron mucho”.
Después, reflexionó: “Igualmente creo que lo que sucedió tiene que ver con el destino, no pienso que Dios haya tenido algo que ver, le saco completamente esa responsabilidad”.
Honrar la vida
“A la vida hay que honrarla. Vivir honrando a la vida. En mi caso yo honro a las víctimas, tratando de ver por ellos, de dignificarlos, trato de ser una persona de bien. Hay que pelear con el indio interior para ir aprendiendo y hacer el bien. Te vas despojando de las cosas materiales para darle a otros. En mi caso, hice una fundación para ayudar a otros y me parece que está bueno tener ese objetivo. En realidad solo hago de nexo entre personas que tienen mucho, y gente que necesita cosas”, manifestó Fabrizio.
Cuarentena
“En este momento de pandemia, al principio pensé que esto nos iba a cambiar. Veníamos a un ritmo muy acelerado y todo se paró. Utópicamente yo creí, con todo el amor, los primeros 15 días que estuvimos guardados, que lo que vivíamos iba a ser un cambio para la humanidad. Que iba a disminuir la actitud de consumo y que iba a cambiar el orden mundial en varios aspectos”, comentó Fabrizio.
“Luego pensé que es parte de la evolución del hombre, que a lo largo de los años pasaron catástrofes y demás, donde murió mucha gente. Y hoy con más claridad, creo que vamos a olvidar rápido este momento y vamos a seguir acelerados –muy distinto a lo que pensaba antes- cuando encuentren la vacuna o podamos superar esto dentro de un año, o dos años, máximo”, opinó el fotógrafo y editor.
Dar vuelta la página
Por último, Fabrizio contó: “El año pasado cuando se terminó el juicio, sentí que pude dar vuelta a una página de mi vida. Empecé a vivir de nuevo. No había hecho mi luna de miel y después de hacer tratamiento psicológico pude volar otra vez. Estuve 15 años sin hacerlo. Así, en septiembre pasado estuve en Bari, Italia, lugar de donde viene mi familia, y donde está parte de ella”.
Y dijo que el dinero que cobró del juicio fue destinado a su fundación. “Es lo que me llena el alma y me hace bien”, concluyó.






