La marcha de 2015 para pedir Justicia por Andrea fue la más grande que se vio en la historia de Carlos Paz.

El silencio puede ser atroz. El que este sábado infernal hacen los que amaban a Andrea Castana es un silencio que aturde como lo hace la ausencia.

El crimen de la joven madre de dos hijos, de la mujer que trabajaba para salir adelante todos los días, de la amiga incondicional de sus amigos, le arrebató la paz a todas las mujeres de Carlos Paz, a los padres y a los hijos.

8 años después de aquella fatídica tarde del 11 de marzo de 2015, nada, absolutamente nada se sabe de lo que pasó en el Cerro de la Cruz.

El silencio de la Justicia es el más atroz de todos porque no ofrece ninguna respuesta a las víctimas, a los seres queridos de esas víctimas y a una sociedad que quiere vivir en paz.

Un tiempo después del horrendo femicidio de Andrea, las calles de Carlos Paz se poblaron de manifestantes, de gente común y corriente, de jóvenes, adultos, viejos y niños que marcharon en silencio para reclamar lo que todavía no pasó: que haya Justicia y que el asesino de Andrea Castana pague por lo que hizo.

El grito por “Justicia” en el femicidio de Andrea Castana se escuchó en la marcha del 8M