El póker es uno de los juegos de cartas más antiguos, emocionantes y populares del mundo. El principal atractivo de este clásico juego radica en sus reglas simples que cualquiera puede aprender rápidamente. Si bien los conceptos básicos son bastante sencillos y fáciles de aprender, dominar las habilidades clave necesarias para jugar al póker, tanto en los establecimientos tradicionales como en las salas de póker online, requiere una buena cantidad de horas de juego y lectura. Como cualquier pasatiempo, lo que obtienes del póker depende del tiempo que estés dispuesto a invertir. Sin embargo, a diferencia de otros hobbies, algunas de las habilidades que fomenta el juego de cartas pueden tener un gran impacto positivo más allá de las mesas. En este artículo descubrimos algunas de las habilidades de póker que pueden mejorar tu vida.

Administrar las finanzas personales

En el mundo del póker online, el bankroll (la cantidad total de dinero que un jugador tiene para jugar) es el activo más importante. De esta forma, la administración del dinero es un factor determinante para tener éxito a largo plazo. Aprender a manejar el bankroll, así como a planificar y distribuir los fondos de la manera más eficiente,  ayuda a los jugadores a prepararse para otras situaciones de la vida, tanto a nivel personal como profesional.

Aprender a leer y comprender a las personas

El póker es un juego de cartas que requiere que los jugadores entiendan a sus oponentes, su motivación y su reacción a los eventos que ocurren durante la partida. Con la práctica, los jugadores de póker aprender a leer y comprender mejor a las personas y sus motivaciones, y reconocer emociones como la ansiedad, la emoción o el miedo, y no solo en las mesas de juego. Esta habilidad es fundamental en la vida, ya que brinda a los jugadores información sobre cómo deben relacionarse con el resto de las personas.

Aprender a manejar las expectativas

Maria Konnikova, doctora en Psicología por la Universidad de Harvard y jugadora de póker, afirma que “puedes ganar con la peor mano y perder con la mejor”. En el póker, y en la vida, incluso cuando tomas las mejores decisiones, es posible que las cosas no salgan como las planeaste. Este clásico juegos de cartas ayuda a los jugadores a aceptar el fracaso y comprender que forma parte del crecimiento, y aprender que la vida es incontrolable y que separarse del resultado es algo fundamental para el éxito a largo plazo.

Afrontar y superar situaciones adversas

Todos los jugadores de póker, independientemente de sus habilidades, tienen sesiones perdedoras. Esa es la naturaleza del juego de cartas. Sin embargo, las malas rachas pueden afectar a la confianza de los jugadores, que pueden llegar incluso a cuestionarse sus habilidades para jugar al póker.  Aunque puede ser difícil afrontar este tipo de situaciones, los jugadores que siguen jugando a su máximo nivel terminan aprendiendo a mantener la concentración y a concentrarse realmente en las cosas importantes para superarlas. De esta forma, están mucho más preparados para afrontar y superar situaciones adversas, ya que inevitablemente ocurren en la vida.

Mejorar la concentración

Hoy en día, la mayoría de los argentinos tienen problemas para concentrarse en una sola actividad debido a distracciones constantes como los teléfonos móviles, la televisión y el resto de dispositivos electrónicos.  El póker es un juego de cartas que exige a los jugadores que mantengan la concentración en lo que está sucediendo en la mesa en todo momento. Incluso si no están involucrados en una mano, deben centrar su atención en lo que está ocurriendo para obtener información de la mano que se desarrolla entre otros jugadores. De esta forma, los jugadores de póker pueden aprender a mantenerse concentrados e ignorar las distracciones en otras situaciones de la vida.

Trabajar la paciencia

En el póker, la paciencia es una de las cualidades más importantes de cualquier jugador exitoso. Esta habilidad juega un papel clave para capitalizar las oportunidades y minimizar los riesgos, ya que, a menudo, los jugadores tienen que sentarse durante largos períodos de tiempo sin hacer absolutamente nada y esperar a que aparezcan buenas cartas o aprovecharse de una situación ventajosa. Al aprender a ser pacientes en las mesas, los jugadores de póker están mejor preparados para afrontar otras situaciones de la vida y evitar frustraciones innecesarias.

Tomar decisiones bajo presión y asumir riesgos

Los jugadores de póker están constantemente bajo presión, ya que todas las decisiones que deben tomar influyen en el resultado de las partidas. Además, tienen que asumir muchos riesgos porque tienen que jugar con información incompleta, debido a que no saben qué cartas tienen sus oponentes. Aunque puede ser difícil y agotador, los jugadores de póker terminan acostumbrándose a lidiar con este tipo de situaciones de alta presión. Esto les permite tomar decisiones más inteligentes y asumir más riesgos en la vida cotidiana.