La madrugada del pasado domingo fue de terror para Guadalupe, una joven domiciliada en barrio Guiñazú de Córdoba capital, víctima de un nuevo caso de violencia de género. La mujer fue brutalmente golpeada por su pareja, un chofer de colectivos interurbanos con el que convive hace tres años y tiene un pequeño hijo.

Fue su madre, María Barrera, quien a través de las redes sociales hizo público el caso y evidenció su malestar para con la Policía y la Justicia por el destrato recibido.

“El domingo a la madrugada mi hija me mandó un mensaje pidiéndome que llame a la Policía, y mostrándome una foto de cómo la había dejado tras los golpes. Y ahí él le quitó el celular para que no se pueda comunicar con nadie más. La Policía en ningún momento me siguió el apunte en nada, porque les pedía que manden un móvil pero me decían que llame al 101. Entonces cuando llegué fuimos a la Comisaria de la Mujer y ahí me atendieron un poco mejor”, expresó la señora.

En cuanto a las heridas que presenta la víctima, señaló: “Son terribles; su ojo está muy comprometido, tiene un edema bastante grande con un derrame. Los golpes fueron todos en la cabeza. Los estudios se los están haciendo en el Hospital de Clínicas, y hoy le hacen una tomografía en el Hospital Sayago para ver como esta su cráneo. Lo peor es que los parientes de él estaban en la casa y no llamaron a ninguna ambulancia, a nadie. Sólo se limitaron a limpiar las manchas de sangre, y la tenían en una cama. Finalmente pudimos entrar y la sacamos de ahí”.

Agresor

Según manifestó la mujer, luego de publicar el caso en las redes sociales hubo personas que se comunicaron con ella para contarle que el agresor ya ha demostrado episodios de violencia anteriormente.
A esto lo terminó de confirmar con el testimonio de su hija, la cual reveló que “ya había sufrido un par de situaciones similares, en los que él le había pegado y quitado a los chicos. Ahora vamos a ver como sigue la causa, pero por lo que tengo entendido para la Justicia la caratula es lesiones leves; si no hay quebradura y no hay perdida del ojo, no llega a ser grave según la Justicia”.

Finalmente, expresó que le comunicaron que el hombre fue despedido de su trabajo apenas la empresa se enteró de lo acontecido.