El legislador departamental y exconvencional constituyente Walter Gispert analizó el escenario político en torno a las elecciones del 29 de junio en Villa Carlos Paz, donde seis candidatos se disputan el rol de Defensor del Pueblo.
En una charla con Carlos Paz Vivo! cuestionó la multiplicidad de postulantes y planteó la necesidad de revisar profundamente la vigencia y utilidad de esta figura institucional.
“Cuando el peronismo decidió ir solo, se multiplicaron los candidatos. Nosotros no quisimos sumar otro nombre a una oposición fragmentada que, claramente, favorece al oficialismo”, explicó Gispert, en relación a la alianza realizada entre el Frente Cívico y el felpetismo.
El dirigente señaló que existe un debate profundo sobre el sentido que tiene hoy la Defensoría del Pueblo, no sólo en Carlos Paz sino también en la provincia y a nivel nacional:
“En Córdoba, tenemos un Defensor del Pueblo que fue propuesto por uno solo y no se logra reunir los votos para ratificarlo. A nivel nacional hace más de una década que no se designa ninguno. Esto muestra que la estructura ha perdido el valor original con el que fue creada”, sentenció.
Además, analizó la postura de uno de los candidatos que se postularon, Santiago Julián, quien expresó su intención de “eliminar” la Defensoría si gana: “Legalmente no puede eliminar la institución porque está incluida la institución en la Carta Orgánica Municipal. Lo que él dice es que renunciaría, dejándola acéfala. Eso podría abrir un proceso institucional complejo y obligar al Consejo de Representantes a actuar”, explicó Gispert, en alusión al eventual pedido de derogación de artículos si se produce una crisis institucional.
Consultado sobre los mecanismos para reformar o eliminar la figura del Defensor del Pueblo, Gispert detalló: “Se necesitan dos tercios del Concejo de Representantes para avanzar en una enmienda. Lo ideal sería un acuerdo político amplio. Pero para derogar artículos también hace falta un plebiscito, y el oficialismo no va a arriesgarse a un escenario polarizado donde puede perder”, especuló.
Para Gispert, el rol del Concejo es clave y muchas veces desdibujado. “Nos hemos acostumbrado al verticalismo de Avilés. Parece que el Concejo no tiene peso, pero tiene atribuciones. Es el verdadero representante del pueblo”, recordó.
Finalmente, advirtió que la baja participación ciudadana en las elecciones es una señal de alerta para toda la dirigencia: “La gente no siente que esta institución (Defensoría del Pueblo) los represente. Por eso creemos que en 2027 deberíamos discutir a fondo su continuidad”, concluyó