De una moda pasaron a ser una tradición, y una tradición muy particular. “Las Despedidas” son fiestas que organizan los estudiantes de 5° año de cada colegio secundario de Carlos Paz para homenajear a los de 6°. Se hacen en boliches bailables y están invitados los alumnos de las demás escuelas y de todos los cursos.

Este jueves por la noche se larga esta “caravana” con la fiesta que organizan los alumnos del IESS en la disco Zebra. Hasta aquí todo parece ir bien. El tema es que la tradición se completa con la iniciativa de los chicos de asistir a clases el viernes sin haber dormido y, a veces, con algún grado de alcohol en sangre.

Desde el municipio no se brindó información oficial sobre los mecanismos que pondrán en práctica este año pero se presume que volverán los controles de alcoholemia antes del ingreso de los chicos a los boliches. Además, los inspectores verificarían si se expenden bebidas alcohólicas a menores de edad en el interior de los locales bailables.

Las escuelas toman sus recaudos ante esta situación y ya son varias las que han notificado a los padres sobre la existencia de estas fiestas con el “recordatorio” claro de que se pondrá falta a los que no asistan y que no son organizadas por las instituciones educativas. En otros casos, si se observa que los chicos concurren con alcoholizados se da aviso a los padres para que los retiren del establecimiento.

Acercar a las partes

El director del Instituto Remedios de Escalada de San Martín, Carlos Viotti, aseguró que este tema viene desde hace algunos años y que desde el colegio se advierte a los padres para que tomen sus precauciones.

“Es una tradición que se ha impuesto por la vía de los hechos. No ha sido diseñado por nadie pero como hecho social se ha venido imponiendo y es una realidad con la que hay que ir trabajando”, expresó el docente. “Los chicos vienen sin dormir y en algunos casos alcoholizados y en situación que no pueden estar en una institución educativa”, agregó.

Viotti apuntó que en caso de que se detecten casos de chicos alcoholizados se llama a los padres porque entienden que no se debe mandarlos solos a la casa. “Son un peligro para ellos y para otros”, dijo.

“Es uno de los aspectos que el trabajo familia y escuela se tiene que hacer más evidente porque, en definitiva, quienes son responsables de que los chicos asistan en condiciones al colegio, en todo sentido, son los padres y la familia”, aseveró el docente.

Y apuntó que habría que en los próximos años se debería avanzar hacia una mesa común entre los colegios, los organizadores y los dueños de los boliches para que, por empezar, se determine que las fiestas se hagan los días viernes y no los jueves. Afirmó que también se podría sumar a esta mesa el municipio y la Casa de la Juventud.

“No podemos perder de vista que la educación es un derecho y que tenemos que garantizarlo. Estamos perdiendo cuatro viernes de clase y armamos dispositivos legales para garantizar 180 días de clases”, remarcó Viotti y añadió: “Los chicos pierden casi una semana ya que es prácticamente imposible que alguien aprenda si no está en condiciones de descanso”.

Un mundo adulto cómplice

María Teresa Cedrola, de la Ong. Concientizar para Prevenir, aseguró que desde la entidad se guían por los parámetros de la legislación que señala que no se puede vender alcohol a menores de edad. “Tanto la supervización del adulto que organiza el evento como el lugar donde se reserva tienen una responsabilidad al igual que las autoridades que deben controlar”, remarcó Cedrola y agregó: “Cuando eso no sucede, se corren riesgos. Además, el día posterior hay horario de clase normal para la escuela. La sociedad tiene que trabajar en conjunto para prevenir y evitar situaciones que no deberían suceder”.

Para Cedrola, se han dado situaciones de gravedad en años anteriores: “Desde comas alcohólicos hasta descomposturas de chicos que nunca tomaron y ante la primer copa le afecta a nivel general”.

Y dijo: “Acá hay un mundo adulto que es cómplice porque no quiere tomar recaudos concretos en cambiar nada, tanto desde la familia como de la gente que está a cargo del local como de las autoridades que están a cargo de controlar”.

Foto Ilustrativa.