Un violento asalto este fin de semana que dejó en shock a cuatro jóvenes y encendió nuevas alarmas entre vecinos y comerciantes de Tanti. El hecho ocurrió alrededor de la 1 de la madrugada del viernes, cuando un grupo de amigos cenaba en la casa que habían alquilado a la vera del río, a unas 20 cuadras de la ruta provincial 28.
Según reconstruyó La Voz del Interior, uno de los chicos advirtió la presencia de siluetas detrás de la puerta. Acto seguido, irrumpieron al menos cuatro encapuchados gritando: “¡Están asaltados!”, exhibiendo armas y reduciendo con violencia al grupo que integraban Santiago Chiarella —hermano del secretario de Gobierno municipal— y su amigo Jonás Danone, ambos de 34 años.
Los ladrones ingresaron a los gritos, repartiendo patadas y puñetazos mientras obligaban a las víctimas a replegarse en el baño. Uno de los delincuentes se encargó de atar a los jóvenes de pies y manos, mientras el resto revisaba habitación por habitación.
Fuentes policiales indicaron que los asaltantes exigían un monto de dinero “que nadie tenía”. En medio del encierro, cada tanto uno de ellos exhibía una pistola —una de ellas, según trascendió, con silenciador— y redoblaba las amenazas.
Se llevaron una motocicleta Honda Tornado blanca y roja, una Yamaha XTZ blanca, cuatro teléfonos celulares y 600 mil pesos en efectivo.
Sin embargo, lo más grave llegaría después. Antes de escapar, los delincuentes obligaron a las víctimas, bajo golpes y amenazas de muerte, a entregar las claves de sus cuentas bancarias y de sus billeteras virtuales. Con esa información, vaciaron los fondos disponibles. Investigadores consultados afirmaron que esta modalidad extorsiva “se está volviendo cada vez más frecuente”.
La banda escapó en las motocicletas robadas y, por el momento, no ha sido identificada.
Una vez que los ladrones se retiraron, los jóvenes lograron desatarse y salir del baño. Aún en estado de shock, caminaron unos 50 metros hasta la casa más cercana, donde pidieron auxilio. La denuncia fue radicada en la Unidad Judicial de Villa Carlos Paz y la causa quedó caratulada como robo calificado, bajo secreto de sumario.
La Policía analiza grabaciones de cámaras de seguridad de la zona y trabaja con diferentes líneas investigativas, aunque por ahora no hay detenidos.





