Brittany Griner fue detenida en un aeropuerto ruso en febrero de este año por posesión de aceite de cannabis y, desde ese momento, vive sus peores días cumpliendo su sentencia de 9 años de cárcel dictada por un tribunal de aquel país.

El gobierno estadounidense realizó varios intentos por repatriar a la basquetbolista de 32 años, incluso proponiendo un intercambio de detenidos, pero la justicia rusa rechazó de forma tajante estos avances.

La jugadora de 2.03 metros de altura llegaba para jugar en UMMC Ekaterinburg de la liga rusa, algo que hacía habitualmente en la temporada baja de la WNBA.