Sudán fue el último rinoceronte blanco de su especie, Ceratotherium simum cottoni y falleció en el año 2018 por causas naturales.

Con su muerte se terminaron las posibilidades de que esta especie se reproduzca de manera natural y fue declarado extinto. Tras ser rescatado y puesto a salvo de la caza furtiva, Sudán disfruto de sus últimos años en los amplios pastizales del norte de África.

Sudán dejó descendencia: su hija Najin y Fatu, su nieta. Ellas son las únicas dos representantes de rinoceronte blanco que quedan en la región del norte africano.

Según informa National Geographic, a comienzos del siglo XX, se calculaban 100 rinocerontes blancos en el mundo.

En la actualidad, existen 20 mil ejemplares de esta especie en el sur del continente africano. Sin embargo, sus primos del norte no corren la misma suerte.

El hombre puede salvar, pero a la vez ser el peor depredador. Muchos ejemplares murieron a causa de la comercialización de sus cuernos, a los que se les atribuía falsamente propiedades curativas y afrodisiacas en algunos países asiáticos. Algunos fueron encerrados en zoológicos, otros asesinados para trofeos. El final fue inevitable.

Tristemente, Najin, de 33 años, y Fatu son los únicos ejemplares de rinocerontes blancos del norte africano hembras, pero se encuentran muy débiles para reproducirse.

La luz de esperanza

Pero aún queda una luz de esperanza. En un laboratorio de Italia sus últimos óvulos permanecen fertilizados artificialmente con el esperma de los últimos machos.

La única salida es que estos embriones puedan ser implantados en rinocerontes sustitutos de otra subespecie y de esta forma evitar que la especie desaparezca de la faz de la tierra por completo.

Una imagen que conmueve es la fotografía de Naji y su amigo y cuidador Zachary Mutai. En ella se los aprecia descansando tranquilamente bajo el sol de Ol Pejeta COnservancy en Kenia, África.

La foto es desoladora y fue la ganadora absoluta en el año 2022. Fué elegida entre 20.000 candidatas, en el concurso “Fotógrafo de Viajes del Año”, el cual agrupaba a 154 países. Fue tomada por el fotógrafo Matjaz Krivic.

Los organizadores que dieron el premio a la fotografía, destacaron que la imagen es “Insoportablemente conmovedora”

Fuente: National Geographic

G.P.